El sábado, "Agarrate Catalina" en Ituzaingó

El próximo sábado 15 de octubre llegan al Teatro Gran Ituzaingó con “Un Día de Julio”, su más reciente espectáculo, conocé detalles sobre la Cooperativa que gira por el mundo hace 15 años con más de 30 integrantes y disfruta cantando.
Metáforas futboleras para cualquier suceso de la vida, eso consiguen los hermanos Cardozo en cada respuesta, hablan con pasión de lo que hacen, crean y creen hace 15 años rodando con la murga Cooperativa Agarrate Catalina. Diario La Ciudad habló con Tabaré y Yamandú, leerlos será gol de media cancha asegurado.
Diario La Ciudad: ¿Cómo se vive la cuestión económica, rodando el interior y los pueblos con la gira?
Yamandú: para nosotros siempre las giras y las movidas económicas de un grupo cooperativo de más de 30 personas es salada, es difícil porque implica que tenemos una cosa pesada de mover. En este espectáculo eso se acrecentó porque nos pusimos a hacer experimentos estéticos que nos hacen necesitar insumos tecnológicos, fierros, necesitamos una pantalla, dos amplis para la guitarra eléctrica que no se qué y un kiosco de percusión que es interminable y tres técnicos de escenario, viajamos además con un iluminador y un sonidista, y un vestuario grande en el espectáculo que es delicado, viajamos con 50 valijas y es un circo cuando llega la Catalina pero también fue una decisión política y estructural de qué necesitamos en este espectáculo y que éste es el espectáculo que necesitamos hacer para este momento. Por suerte tenemos siempre mucho laburo….
Y el público sigue yendo a pesar de su economía personal o familiar, quizás difícil…
Yamandú: si! En el interior de Uruguay las entradas intentamos que sean muy baratas, lo más accesible posible.
Tabaré: es más, casi siempre está agotado, también por acá…
Yamandú: y además es lo que yo te decía, las veces que el espectáculo se encareció, ese costo de encarecerse lo asume la Murga, el colectivo. Sale más caro, no podemos o intentemos no encarecer las entradas, laburamos más y lo garpa el jornal de la murga que aporta para eso. Tenemos toda una ingeniería muy compleja desde lo económico con diferentes comisiones y compañeros que laburan en eso y que van sosteniendo y le han encontrado continuidad al milagro, una compañía que gira con un género que es de un rincón de un gueto cultural que gira por todo el mudo con esa expresión y ha logrado mantener una estructura de 15, 20 tipos que giran y que tienen su seguridad social, su jubilación, aportando y en blanco por un género que jamás había hecho una cosa así, para nosotros es alucinante haber sostenido estos 15 años de esto, de tipos que en un momento se decidieron a tomar el riesgo alocado de largar todo – estudios, laburo fijo, cuestiones y familia – para intentar vivir del jornal cooperativo que te da un elenco de 30 personas, es impresionante.
Antes comentabas que éste era el momento para este espectáculo, por qué deciden hablar de Julio, corriéndose de lo que venían haciendo hasta el momento que era hablar de situaciones, momentos o cuestiones que involucraban más una cuestión colectiva, si bien puede haber muchos Julios en el mundo…
Yamandú: Teníamos muchas ganas de contar una historia hace mucho tiempo, teníamos ganas de cambiar y de rompernos a nosotros mismos y de hacer una cosa que nunca habíamos hecho, de contar una historia con los requerimientos narrativos que eso necesita: personajes definidos, una locación, una situación que tenga un arco dramático que tenga un planteo, un transcurrir, un conflicto, un desenlace, teníamos ganas de meternos en esa aventura y finalmente la pudimos hacer con estos tiempos y estas condiciones de libertad absoluta de tomarnos la libertad de romper todas nuestras estructuras que también significó un desprendimiento y un enfrentamiento con ciertos dogmas nuestros…
Y también en Uruguay con el Carnaval….
Yamandú: claro, con los requerimientos del carnaval y las estructuras y normativas de un concurso que yo hoy veía y hablando en el caso de que hiciéramos otra cosa, no sé si nosotros en lo próximo tendríamos la posibilidad de meternos en ese cajón normativo tan estricto y tan detallado y sólido. Acá no hay un juicio de valor, es un concurso que tiene un reglamento que nosotros hemos jugado y disfrutado y hemos sabido jugar y que también nos define en cierto caso pero hoy nos damos cuenta que esta historia contada como la queríamos contar es imposible de hacerlo coincidir con ese molde porque son dos horas porque metemos audiovisual que pasa a ser fundamental y comparte la responsabilidad narradora con nosotros, a veces están solitos nuestros compañeros actores que se han involucrado en esta ficción en la pantalla, solos con el público.
Y vos, Yamandú, ¿sentís que te corriste del protagónico en este espectáculo y lo dejaste en manos de Martín (Cardozo, su hermano, quien encarna a Julio) aun cuando la madre de Julio está en escena y tiene su alto grado de protagonismo?
Yamandú: Es que en realidad es el lugar que yo siempre anhelo y el que más disfruto cuando yo estoy al lado y al costado de quien tiene que cabecear, es el lugar que me encanta y más me satisface
Tabaré: Si pero yo voy a disentir contigo, no porque te guste o no te guste, es más en realidad voy a disentir contigo (nos habla a nosotros, entre risas) en la apreciación de que él no está en el lugar protagónico. El protagonista desde el punto de vista de la narración, la persona a la que le acontecen los eventos y sobre quien está puesto el ojo y desde quien se cuenta es Julio pero en este caso me parece que el personaje gracioso es la madre, Julio más bien levanta centros. La historia se basa en Julio pero en realidad la madre remata el 80% de los chistes, obviamente vos te sentís más cómodamente de partener y si esto fuera una película la madre sería actriz de reparto
Yamandú: nuestra idea desde el inicio es que Julio es lo único que tiene nombre en esta historia porque queríamos y necesitábamos eso, que todo estuviera centrado en él, ni la madre ni las ratas, la madre no se llama, es la mamá de Julio. De las escenas que yo más disfruto es cuando puedo salir y ver a Martin en su rol protagónico en su parte dramática, el incendio en lo de Julio, una cosa que nosotros era una escena que no habíamos manejado nunca, un lenguaje solo musical, tensa y densa desde el punto de vista afectivo y espiritual con un personaje cómico y ridículo desde su figura física.
Esa es una de las escenas que yo más disfruto, en ese momento me tengo que ir a cambiar pero me quedo ahí a medio cambiar para verla.
Tabaré: pensé que te quedabas para ver lo bien que toco la guitarra yo
Yamandú: ¿eras vos? (risas) yo creía que era una pista.
Ese momento el clima de tensión se vive realmente desde el público, uno empatiza absolutamente con los personajes para bien o mal…
Yamandú: Está buenísimo ver cómo ha ido creciendo la relación de Julio y su mamá, y el espectáculo lo hemos ido reeditando, hemos ido remodelando la casa mientras estábamos adentro porque la relación de Julio y su mamá iba a empezar a crecer realmente cuando eso empezara a suceder en escena y fuimos encontrando una cantidad de costados que a mí me parece que están muy lindos, que lo mejoran desde el evento espectacular pero que además a nosotros nos hace mucho más felices y nos es mucho más orgánico tirarnos esos pellejos encima
Diario La Ciudad: Ustedes tienen un video como parte de la historia que se narra en Un Dia de Julio que genera controversia en el público y exhibe la llamada grieta que se vive entre los argentinos, ¿pensaron que esto iba a suceder cuando lo hicieron? ¿lo viven? No están en escena cuando eso sucede…
Yamandú: No, pero estamos atentos y para nosotros es bastante particular e impactante. Justo hablábamos con Tabaré de eso, de las personalidades de los pueblos y como nosotros recibimos la recepción que tenemos con el público argentino, por lo menos con nosotros más combustible, más visiblemente combustible: la gente se mete en el espectáculo, se adueña e interviene de una manera que en Uruguay no sucede tanto se compenetra con el cuento de Julio que es muy emocionante pero a la vez en ese momento se salen del juego, rompen el contrato y chiflan y putean, insultan…
Tabaré: Se salen del cuento, ese contrato tácito del que habla Yamandú es un contrato para las artes en general, vas a mirar una obra de teatro, una película, una tira cómica o lees una novela, si vos estas mirando Pecados Capitales no te vas a levantar en el medio de la película enojado con Morgan Freeman porque es demócrata o con Brad Pitt porque es republicano pero cuando eso es a una escala más doméstica, significan cosas, los querés más pero los toleras menos, nosotros pensamos que iba a ser una utilidad, que iba a sumarle al juego que el juego iba a superar al bagaje ideológico que traían esos personajes que elegimos para contar el cuento.
Yamandú: nosotros hasta pensamos incluso en una idea inicial tener estos mismos testimonios con políticos de todos los palos de Uruguay para intentar jugar a ver si el humor superaba estas diferencias y lo que dice Tabaré, que el bagaje ideológico y partidario que la gente tenía sobre los políticos, nosotros lo veíamos con la intención de que fuera un plus “yo estoy tan en desacuerdo con este tipo de izquierda o de derecha pero valoro el hecho de que se haya prestado para el humor de jugar esta ficción, que Julio atraviesa todas las esferas y personajes y que todo tiene que ver con él, desde el más impensado hasta quien uno asociaría como más naturalmente a la ideología que cada espectador le asigna a Julio” al final no nos animamos porque teníamos miedo un poco de esto mismo.
Tabaré: Aparte es muy probable que los políticos no se hubieran prestado. Pero en este espectáculo lo que tratamos es de deshacernos de la mayor parte de dogmatismos y prejuicios a la hora de escribir. De hecho hay un bloque, que es el de los baldes, que habla específicamente de los dogmas, yo siento que la gente entendió pero que sabe disociar, pero cuando una cosa de esas pasan podes analizarlo políticamente, socialmente, pero nosotros tenemos antes que nada que hacer un análisis artístico del asunto “esta señal artística al borde del área chica nuestra, genera un peligro ¿hace peligrar el resultado del partido?” yo creo que no, y que aún así sirve, no lo considero un error artístico, si te plantea la duda por si se empiezan a pelear, es terrible que el dogmatismo social invada hasta una cuestión artística pero no atenta eso contra el espectáculo
Yamandú: es increíble con la rapidez que vuelven a ingresar al cuento…
Tabaré: de hecho nunca nadie nos vino a reclamar que por qué pusimos a tal o a cual. No está acusando a la obra y nunca recibimos un reproche. En ese momento se les incorpora el demonio momentáneamente de la camiseta contraria, estás en la bombonera y te aparece una camiseta de river (o viceversa) no importa lo que pase: vas a putear.
Más información en: https://www.facebook.com/TeatroGranItuzaingook
https://www.facebook.com/agarratecatalina.murga
Por Ludmila Baez