20 de febrero: La muerte de Brandsen y las calles de Ituzaingó

20 de febrero: La muerte de Brandsen y las calles de Ituzaingó
facebook icon twitter icon telegram icon whatsapp icon

El 20 de febrero se cumplen 196 años de la batalla de Ituzaingó, una victoria del ejercito Argentino – Uruguayo que precedió la independencia del País oriental. La plaza central de nuestra ciudad recuerda esta fecha y muestra lo importante de la efemérides que le da nombre a nuestro municipio y que a lo largo de los años, siguió marcando la historia de nuestra patria chica.

Las calles de Ituzaingó recuerdan a los oficiales que pelearon en esta batalla

En 1940 se promulgó la ordenanza 866, estableciéndose un cambio en la nomenclatura de calles y plazas del viejo partido de Morón y disponiéndose, la no repetición de estos nombres dentro de la jurisdicción municipal. Así los nombres de próceres y hechos principales evocados en Morón no se podían repetir en otras localidades del partido.

Con esta ley, Ituzaingó que tenía sus principales arterias con los nombres de los mayores próceres nacionales, debía aceptar cambiar toda su nomenclatura. A iniciativa del historiador Raúl Goyaud, se propuso que los nuevos nombres tuvieran relación con la batalla e Ituzaingó y el país Oriental independizado luego de aquella guerra. La ordenanza 866 recoje aquella iniciativa y se aprueba entonces la nueva nomenclatura:

La ordenanza muestra un cuadro en donde los nuevos nombres reemplazan a los ya existentes (última columna), repetidos en el centro de Moròn

Un estudio detallado sobre cada uno de sus nombres, como así también el análisis de las causas que llevaron al conflicto que determinó la batalla de Ituzangó, pueden consultarse en la “Historia de la nomenclatura de las calles de Ituzaingó”, del profesor Ricardo Castillo, bibliografía obligada para quienes busquen las fuentes históricas de aquella ordenanza.

Mayormente en Ituzaingó Sur, el casco histórico de nuestra ciudad, estaban los nombre de los próceres que había que cambiar

Brandsen el héroe de la batalla y el nombre de una de las principales avenidas

El martes 20 de febrero de 1827, la batalla de Ituzaingó entraba en etapa definitoria. El ejercito republicano al mando del cuestionado Carlos María de Alvear, contaba entre sus oficiales a Carlos Luis Federico de Brandsen, un militar frances que llegó a ser ayudante del mismísimo Napoleón y que había recaído en el Río de la Plata luego de la derrota del emperador francés. Al llegar a América se alista con el General San Martín en las guerras de la independencia y ya veterano de aquellas guerras y con el cargo de Coronel, acompaña al general Carlos María de Alvear en la guerra con el Brasil.

Durante la batalla del 20 de febrero, los oficiales del ejército republicano estaban desorientados con las cambiantes decisiones del general Alvear. Hasta planearon rebelarse y separarlo de su cargo. No entendían las órdenes y contraórdenes del comandante.


Charles Louis Federico de Brandsen, era su nombre original

El ejército republicano estaba compuesto por unos 6200 hombres. El brasileño era superior en número, gracias a los 3600 soldados austríacos al mando del general Braün, con que el emperador de Austria había auxiliado a su yerno el emperador del Brasil. Ese 20 de febrero de 1827 las fuerzas enemigas -al mando de Felisberto Pontes de Oliveira e Horta, marqués de Barbacena– estaba a unos 15 kilómetros. Jefes como el propio BrandsenJosé Valentín de OlavarríaJosé María Paz y Juan Lavalle le plantearon a Alvear que estaban en una posición comprometida y que era necesario ir al encuentro del enemigo en un terreno más beneficioso, y protegerse en las colinas que tenían detrás. Se adelantó un batallón al mando de Félix de Olazábal, la caballería comandada por el oriental Juan Antonio Lavalleja y una batería al mando del capitán Chilavert, que tuvieron un encuentro con las tropas brasileñas, que se envalentonaron creyendo que esas fuerzas cubrían la retirada del ejército republicano.

Los brasileños avanzaban. Alvear ordenó a la caballería que estaba al mando del coronel José María Paz y Brandsen cargasen contra posiciones fuertemente defendidas por la primera división imperial. Los ayudaba un profundo zanjón.

Brandsen le reprocha la orden a Alvear, marcandole que era una misión suicida, Alvear insiste y allá va Brandsen al encuentro de su muerte. En la arremetida, recibe una cerrada carga de fusiles. Desmontado y herido, vuleve a ordenar atacar pero junto a media docena de sus oficiales y 60 hombres pierde la vida. En esa acción también murió Ignacio Lavalle, el hermano menor del general.

Los brasileños ya no contaban con caballería y su infantería quedó desprotegida. Se retiraron del campo de batalla luego de once horas de lucha.

Cuando Juan Lavalle volvió de perseguir al enemigo, pasó por el lugar donde yacía el cuerpo acribillado de Brandsen. Los brasileños le habían robado la ropa y se lo identificó gracias a la cicatriz que tenía en la cabeza. Ordenó a sus soldados presentar armas en honor a tan valiente militar. Recogió su sable y su cartera, donde guardaba el diario de campaña de la segunda división.

El destino quiso que la tumba de Brandsen, en el cementerio de La Recoleta, esté frente a donde descansa el sueño eterno Alvear, aquel jefe que lo había mandado a una misión suicida y que el francés haciendo honor a su valor, mostró su mejor cara a la muerte.

En memoria de Carlos Luis Federico de Brandsen, una de las avenidas más importantes de nuestro municipio lleva su nombre.

whatsapp logo