Anabella Franco, una escritora sin límites que invita a vivir y soñar

Anabella Franco, una escritora sin límites que invita a vivir y soñar
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“En mis libros, los personajes a veces escapan de las tendencias sociales y marcan una diferencia. Son personajes muy realistas, por eso los lectores pueden sentirse identificados”, sostiene Anabella Franco, la escritora oriunda de Quilmes que desde hace más de una década emociona a lectoras y lectores de todas las edades.

Franco es conocida por sus seudónimos: Anna K. Franco o, más atrás en el tiempo, Anna Karine. Su reconocimiento, más allá del nombre que figure en la portada, se debe también a la gran versatilidad de la autora, que supo bucear y adaptarse no sólo en diferentes públicos, sino también en diversos géneros, que abarcan desde la novela romántica a las sagas de ciencia ficción.

Entre sus trabajos, se encuentran la novela histórica “Malas intenciones”, sus publicaciones románticas, como “Camino al placer”, “Por si el tiempo olvida tu nombre”, entre otras; y sus novelas dedicadas a un público juvenil, como la serie “Brillarás”, las sagas “Tercera Guerra Mundial” o “Rebelión” y la nueva “Secretos”, que comenzó con la publicación de su primer libro, “Thea” a mediados de este año.

La Ciudad conversó con Anabella Franco acerca de su trayectoria literaria, su paso de la narrativa adulta a una más juvenil, la situación de los escritores y las escritoras en la Argentina, y sus futuras publicaciones que saldrán en octubre de este año y en el 2024.

¿Cómo y cuándo comenzaste a escribir? ¿Cómo recordás ese primer acercamiento a la escritura?

Comencé a escribir a los ocho años haciendo una revista. Un día incluí un cuento en ella como suplemento. Estaba basado en una noticia que vi en televisión sobre un extraterrestre. Ese relato se perdió, pero, a partir de ese momento, comencé a escribir cuentos, más adelante algunos poemas y, a los trece años, novelas.

¿Y a la lectura? ¿Cuál fue el primer libro que leíste y que pensaste “esto me voló la cabeza”?

Si bien leía desde pequeña, el primer libro que disfruté al punto de querer escribir novelas lo conocí a los trece años. Es una historia romántica de aventuras que se llama “Corazón de fuego”, de Linda Howard.

Tu primer relato, “Mamá”, se publicó en el 2005. ¿Qué creés que cambió desde aquellas primeras líneas hasta hoy?

Los relatos que escribía por aquel entonces, paralelamente a producir novelas románticas, estaban basados en sueños y eran más bien de subgénero psicológico-fantástico. Además, como creo que el estilo es algo que está en formación permanente, mucho ha cambiado desde entonces. Hoy tengo más experiencia en todo sentido: de escritura y de vida.

Naciste en Quilmes, ¿cómo ves al ambiente literario del conurbano? Actualmente, hay muchas plumas destacadas de distintas zonas por fuera de lo porteño, como Walter Lezcano, Nadia Sol Caramella, Martina Cruz, por nombrar algunas. ¿Cómo dialogan “los márgenes” en tus obras?

Creo que los márgenes se manifiestan en las costumbres plasmadas en mis historias, en la manera de hablar de los personajes, en la idiosincrasia y la lucha diaria por salir adelante.

Tengo varias novelas ambientadas en el conurbano. Destaco las que ambienté en Quilmes, que es donde nací y vivo actualmente: “Por si el tiempo olvida tu nombre”, situada en 1952, “Camino al placer” y “Camino a renacer”, ambientadas en mi Quilmes actual.

En otros libros aparecen localidades como Avellaneda (“Nada más que una noche”), Lomas de Zamora (“Fénix”), entre otros.

Hay muchos y muchas “outsiders” en tus obras, desde jóvenes incomprendidos en los tiempos actuales o durante la Primera Guerra Mundial, hasta mujeres adultas que se rehúsan a renunciar a sus sueños. ¿Cómo es la construcción de estos personajes? ¿Cómo creés que interpelan a tu público lector? Vos misma, ¿te considerás una outsider? ¿Por qué?

No sé si yo me considero una outsider, pero sí una persona reflexiva respecto del mundo en el que vivo y creo que eso me permite crear personalidades tan distintas para mis seres de ficción.

Creo que, si bien socialmente siempre existieron tendencias masivas, también hay riqueza en la personalidad de cada individuo. En mis libros, los personajes a veces escapan de las tendencias sociales y marcan una diferencia. Sin embargo, todos terminamos inmersos en ellas de alguna manera. Son personajes muy realistas, por eso los lectores pueden sentirse identificados.

La escritora Anabella Franco publicará una próxima saga dedicada al público juvenil, bajo el seudónimo de Anna K. Franco, que comenzó con el primer libro “Thea”, lanzado a mediados de este año.

Repasando tu trayectoria, encontramos que pasaste por diversos géneros literarios y que, en todos ellos, lograste llevar a cabo historias profundas y bien elaboradas. ¿Cómo fue el pasaje de ser una escritora de novela romántica (más para “adultos/as”) a dedicarte a la literatura juvenil, e incluso animarte a sagas? ¿Cuál es el secreto para lograr esa versatilidad a la hora de escribir?

El paso a lo juvenil, en realidad, llegó de la mano de la ciencia ficción. En 2006 escribí el comienzo y otras partes de una saga de este subgénero para adultos. Retomé ese mundo, que jamás abandonó mi pensamiento, en 2014 y, en 2015, se publicó la saga “Rebelión”, que luego se complementó con la bilogía “Tercera Guerra Mundial” (libros “2023” y “2024”), dando como resultado seis tomos para todo ese universo, ¡y eso que me faltó contar algo más! Como en mi cabeza los protagonistas de estos títulos eran jóvenes, finalmente fueron catalogados para este público, y también fueron un camino de ida para mí hacia una literatura maravillosa: el young adult y el new adult.

Respecto a la versatilidad, me nace naturalmente, porque me aburriría escribir siempre lo mismo. El denominador común en mis historias es una lectura ágil, dinámica, cinematográfica y sencilla en su forma, pero no por eso menos compleja. La profundidad está en las tramas y personajes, lo cual me parece un tipo de riqueza diferente, ni peor ni mejor que la forma. Si bien son de diversos subgéneros (realista, policial, histórica, etc.), también tratan sobre el amor en todas sus formas.

Metiéndonos un poco en la actualidad argentina, ¿cómo ves a los escritores y las escritoras hoy por hoy? ¿Cómo es dedicarse al oficio en este país?

Argentina es un país complicado para la cultura, en especial para la literaria. Hay pocos planes para el fomento de la lectura, el papel está caro (lo cual encarece el precio final de cada ejemplar), y mil asuntos más que complican el acceso a los libros para gran parte de la población.

En cuanto a los autores, pensemos que, por ejemplo, cobramos las ventas del mes de enero en septiembre, con suerte. Al precio de venta del libro en enero, por supuesto. Es decir, que resulta casi imposible vivir solo de esto, ya que no ganamos montos actualizados y las ventas son muy variables de un semestre a otro. En este momento de mi carrera, podría vivir de los libros, pero como me gusta viajar, igual ejerzo como profesora de Literatura. así me puedo permitir otros gastos. Además, amo esa profesión, jamás dejaría de tener aunque sea unas horas de clase, porque me encanta.

Para cerrar, ¿cuáles son tus próximos proyectos?

En octubre sale una nueva novela romántica y en mayo 2024 el segundo libro de la serie “Secretos” que comenzó con “Thea” este año. ¡Espero que los disfruten!

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