Bomberos Voluntarios de Ituzaingó: 28 años de historia

Bomberos Voluntarios de Ituzaingó: 28 años de historia
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Los Bomberos Voluntarios de Ituzaingó (BVI) cumplieron este sábado 6 de mayo 28 años desde su fundación. En este marco, La Ciudad dialogó con su presidente, Ricardo Demonte, y su secretario de finanzas, Claudio Martínez, quienes realizaron un recorrido por la historia de la institución.

En el cuartel central de los BVI, ubicado en la Av. Martín Fierro 4621, Demonte recordó que a comienzos de la década del ’90 ese lugar “era un predio apenas delimitado con un alambrado muy precario. Bomberos Voluntarios de Morón pretendió crear el destacamento Villa Udaondo, cosa que en realidad en la práctica no funcionó”.

Luego, el predio lo tomaron los Bomberos Voluntarios de Hurlingham. Allí, “con una autobomba muy precaria” y un espacio cedido por el Club Martín Fierro, comenzó a funcionar el destacamento Bomberos Voluntarios de Villa Udaondo, pero aún dependiente del cuerpo hurlinguense.

Comienzo de la independencia

Si bien Demonte ya había sido bombero voluntario en La Matanza, por cuestiones laborales había tenido que abandonar el servicio. “En el año ‘92, a raíz de un pequeño incendio que tuve en mi casa, concurrieron los bomberos de acá del destacamento. Entonces se creó un vínculo y me incorporé a la Comisión de Bomberos Voluntarios de Hurlingham”, relató.

Por su parte, Claudio Martínez fue uno de los primeros bomberos voluntarios cuando el destacamento pertenecía al partido de Morón. “Yo arranqué en el año ‘86. Tenía 16 años, pero antiguamente no había legislaturas con respecto a bomberos. Entonces vos venías, decías ‘hola buenas tardes, quiero ser bombero’, y a la semana estabas en un incendio. Hoy en día sería algo impensable, tenés que ser mayor de edad, tenés que hacer el curso de capacitación, que dura mínimo un año”, contó el actual secretario de finanzas de BVI.

A fines de 1994, ante la incipiente división del partido de Morón -al que entonces pertenecían Hurlingham e Ituzaingó-, comenzó entre los Bomberos Voluntarios de Villa Udaondo la idea de crear un cuerpo independiente.

El 6 de mayo del ‘95 hicimos una asamblea constitutiva con algunos vecinos de la zona y los bomberos que había, muy poquititos, los que ya estaban que eran de Hurlingham, y fundamos Bomberos Voluntarios de Ituzaingó”, recordó el actual presidente de la institución.

Durante todo ese año operaron como destacamento de los Bomberos Voluntarios de Hurlingham. Una vez creado el partido, con el aval del intendente Alberto Descalzo y la jurisdicción operativa de Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires, el 9 de febrero de 1996 comenzaron a funcionar como Bomberos Voluntarios de Ituzaingó.

“Seguimos en el mismo cuartito que nos dio el club Martín Fierro y después de ahí empezamos con socios propios, con gestión propia, empezamos a construir esto”, contó Demonte.

En este sentido, destacó: “Empezamos prácticamente con nada y ahora tenemos un cuerpo”. Éste lo integran alrededor de 80 bomberos y bomberas, de los cuales un tercio son mujeres.

¿Qué requisitos hay para ser bombero/a?

Para comenzar a formarse como bombero o bombera hay que ser mayor de 16 años y tener autorización de los tutores. A esa edad se ingresa como cadete, que “se instruye, recibe la disciplina bomberil, pero no puede salir a intervenciones porque es menor de edad. Después a los 18 cuando ya es mayor de edad sí, es bombero pleno. Ahí puede salir a siniestros“, explicó Demonte.

Además del requisito de la edad, quienes deseen sumarse a un cuerpo de bomberos deben residir en el partido donde prestarán servicio, en este caso Ituzaingó. “También necesitás los estudios secundarios completos, necesitás hacerte un apto físico“, comentó Martínez.

A su vez, los integrantes de BVI destacaron que se necesita un apto psíquico. En este sentido, el secretario de finanzas de la institución detalló: “Las situaciones que se viven acá son muy complejas. Son cosas que te van a acompañar el resto de tu vida. Hay cosas que las superás rápido, hay cosas que no”.

La importancia de la familia y de la vocación

Detrás de quien ejerce la tarea bomberil se encuentran seres queridos, que también realizan un esfuerzo.

“Yo tenía 16, 17, y me puse de novio con quien hoy en día es mi esposa. Fue ella que me acompañó todos estos treinta y tantos años, porque si no prácticamente no lo podés hacer“, destacó Martínez. En el mismo sentido, Demonte aseguró que “el apoyo familiar es fundamental“.

Además, destacó la importancia de la vocación: “Siempre la chispita de bombero una vez que te gustó está, esto es como una adicción, es una adicción beneficiosa para la sociedad“.

Al respecto, comentó: “Algunos cuando entran a bomberos tienen otra visión. Se creen que es otra cosa y están a lo mejor de meses, un año y después renuncian y quizás nunca más vuelven a bomberos. El que pasó los primeros años, es muy difícil que deje bomberos“.

Para emergencias, las líneas telefónicas de los BVI son 4621 2222 y 4458 5000.

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