
Este jueves 30 de diciembre se cumplieron 17 años de la Tragedia de Cromañón, en la que perdieron la vida 194 personas y resultaron heridas más de mil. En este marco, el miércoles 29 hubo un homenaje en la plaza “Los Pibes de Cromañón, Ceci y Luis”, ubicada en Martín Rodríguez y Venezuela, en Ituzaingó Norte; y nombrada así en honor a Cecilia Roumieux y Luis Zárate, vecinxs del distrito que fallecieron aquella noche.
La convocatoria realizada por la Dirección de Derechos Humanos del Municipio contó con la presencia de familiares, amigxs y vecinxs, como así también de la Dirección de Juventudes y jóvenes del programa Envión.
Al comenzar el acto, la hermana de Cecilia, Sofía Roumieux, expresó: “Acá hoy estamos haciendo memoria, así que Ituzaingó tiene memoria”. Luego, tras agradecer a lxs presentes, remarcó que Cromañón fue “la tragedia no natural más grande que tuvimos en Argentina”; y agregó que se cumplen 17 años “que los chicos no volvieron a sus casas”.
El homenaje contó con una intervención que constaba de 194 sillas, cada una de las cuales tenía el nombre de las víctimas de Cromañón. “Esas sillas vacías no están porque sí, están porque falta gente, y eso es la clara imagen de que hay cientos de familias que les robaron un pedacito de su alma ese día”, remarcó la joven.
“Hace 17 años que todo salió mal”, aseveró Roumieux; y comentó: “Hace 17 años que no sentimos más sus abrazos, ni vemos sus pecas, ni vemos sus pelos locos, ni sentimos sus chancletazos. Hace 17 años faltan Ceci y Luis, hace 17 años faltan 194”.
Crédito: Facebook Municipalidad de Ituzaingó. Crédito: La Ciudad.
En memoria de lxs que no volvieron
Por su parte, la Directora de Derechos Humanos del Municipio, Aldana Ríos, expresó que “cada silla vacía representa a alguien, cada silla que hoy está participando de este homenaje, lleva un nombre. Y en cada silla, y cada nombre, hay una familia”.
A su vez, comentó que cada una de esas familias “desde hace 17 años no volvió a levantar una copa un 31 de diciembre”; además de que “a su manera y como puede, sigue conviviendo con esa ausencia que nos impusieron”.
En cada silla también había una plantita, sobre lo que Ríos explicó que “quieren representar la vida, que quieren representar la memoria; que quieren representar que, desde muy chiquitas, de a poco, con amor, con cuidado, la memoria se puede cuidar, puede crecer y puede perdurar”.

“Es una manera de resignificar este día, de resignificar lo que pasó, de llevárnoslos a nuestras casas” y de que “tal vez, un poquito de esa memoria vuelva a la casa, por todos aquellos chicos que no volvieron”, expresó.
Además, explicó que el homenaje se realizó un día antes del aniversario porque “hace 17 años estaban todos vivos, con sus familias”.
Cabe mencionar que este miércoles también estuvo presente Lilia, mamá de María Lilia Vitale. Sobre ella, Ríos contó que “vive en Ituzaingó hace seis años, pero que hace 17 años su hija también se quedaba en esa noche tan oscura para todos en Cromañón”. A continuación, aquella madre junto a lxs familiares de Cecilia y Luis descubrieron una placa homenaje.
Además, en la plaza estuvo presente la Subcomisión de Derechos Humanos del Club Deportivo Morón, del que era hincha Luis. Por este motivo, entregaron a su familia una camiseta de “el Gallito”.
“Los pibes de Cromañón presentes ahora y siempre”
Ya avanzado su discurso, Sofía Roumieux recordó que en los videos de esa noche “había padres desesperados intentando no esperar lo peor y todos preguntaban lo mismo: ‘¿Y mi pibe? ¿Y nuestros pibes? ¿Y los pibes?’”
Luego contó que después de Cromañón quiso ser abogada. “Cada vez que iba a rendir llevaba la estampita de mi hermana; así que el día que me recibí, efectivamente me recibí con su foto al lado, entonces parte de mi título fue de mi hermana”, aseguró.

En este sentido, reflexionó que “eso fue Cromañón”; y detalló: “Para mí, como hermana de Cromañón, fue estudiar las tablas con la foto de mi hermana atrás. Pienso que cuando arrancaba el micro de Bariloche yo miraba por la ventana y no estaban todos. Pienso en mi egreso y tampoco estaba, eso era ser hermana de Cromañón”.
Además, la joven compartió que cuando conoció a Lilia “lo primero que hizo fue mandarme una foto de su hija. Y era hermosa, tenía una sonrisa hermosa”. Entonces, remarcó: “Eso es lo que tendrían que estar haciendo, tendrían que estar sonriendo, acá festejando; tendrían que estar viendo cuánto vitel toné les va a entrar pasado mañana; viendo qué zapatos ponerse para que no les duelan los pies de tanto bailar, sonreír, amar, amarnos, acariciarnos, estar acá con nosotros”.
Sin embargo, aceptó: “Por los pibes estamos acá, porque es el lugar que nos toca y el lugar que nos toca es hacer memoria” y “seguir pidiendo justicia”. No sólo por quienes no volvieron el 30 de diciembre de 2004 sino también para que no exista otro Cromañón.
Cartel con la explicación de lo que ocurrió el 30 de diciembre de 2004
“Mientras sigan existiendo establecimientos que no respeten las medidas necesarias de seguridad” y “el lucro siga estando por sobre la vida”; en tanto “los funcionarios miren para un costado” y “mientras haya una probabilidad de que suceda una vez más Cromañón, vamos a seguir acá. Y mientras estemos firmes acá, a Cromañón no se los va a olvidar”, aseguró.
“Dios sabe, y espero que ellos sepan donde estén, que es así, ‘Ellos se fueron sin zapatillas, pero no se fueron solos, acá estamos’”, manifestó. Para finalizar, y junto con lxs asistentes al homenaje, exclamó: “¡Los pibes de Cromañón presentes, ahora y siempre! Que no se repita”.