El vecino de Ituzaingó que compuso la Marcha de Malvinas
Santiago Menu

Cada 2 de abril, Argentina se detiene para rendir homenaje a los veteranos y caídos en la Guerra de Malvinas, una fecha cargada de memoria, dolor y reivindicación. Entre los múltiples símbolos que nos conectan con esa causa profunda y persistente, hay una melodía que se convirtió en emblema de soberanía y orgullo nacional: la Marcha de Malvinas. Y lo que pocos saben es que uno de sus autores fue un vecino de Ituzaingó.
José Tieri, nacido en Sunchales, Santa Fe, en 1903, fue músico, militante social y nacionalista argentino. Junto al poeta Carlos Obligado, dio vida a una de las piezas patrióticas más representativas del país. Compuesta en enero de 1941, la Marcha de Malvinas surgió como un grito contra el despojo, al conmemorarse más de un siglo desde el desembarco británico en las islas en 1833. Pero fue durante el conflicto bélico de 1982 que la canción se instaló con fuerza en la conciencia colectiva, entonada con emoción por soldados, maestras, niños y comunidades enteras, como símbolo de resistencia, dignidad y pertenencia.

En Ituzaingó, donde Tieri vivió algunos años, su legado permanece vivo. Vecinos y vecinas del barrio aún recuerdan sus interpretaciones en la parroquia Del Pilar en Villa Ariza, donde su música resonaba con la fuerza de un mensaje que iba más allá del arte: una convicción férrea de que las Malvinas son argentinas, por historia, por geografía y por derecho. Allí, entre melodías y gestos cotidianos, Tieri sembró parte de esa memoria que hoy forma parte del ADN del barrio y de la Nación.

Su obra y su vida nos enseñan que la música también puede ser una forma de lucha. En cada acorde de la marcha, hay un llamado a no olvidar, a seguir defendiendo la soberanía desde la cultura, la educación y la memoria. Tieri supo que el arte no es neutral: es una herramienta poderosa para reforzar los lazos con nuestra tierra y nuestra historia.
A más de 80 años de su creación, la Marcha de Malvinas sigue viva, no solo en los actos escolares o conmemoraciones oficiales, sino en el corazón de quienes sienten que esa causa no es solo un recuerdo, sino un compromiso vigente. Y en ese canto colectivo que cada 2 de abril retumba en las plazas, en las escuelas y en los hogares, resuena también el nombre de José Tieri, el vecino de Ituzaingó que nos regaló una canción eterna.

