Fue lesbicidio: La sobreviviente de la masacre de Barracas recusó al juez por considerarlo parcial
Melina Alderete
Sofía Castro Riglos pidió recusar al juez de la causa que investiga el crimen que se cobró la vida de tres lesbianas el pasado 5 de mayo. Los prejuicios y un pedido de justicia que no cesa.
Esta semana, Sofía Castro Riglos, la única sobreviviente del triple lesbicidio de Barracas pidió recusar al juez que investiga el crimen, Edmundo Rabbione del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°14, por considerarlo parcial ante el ataque que sufrió la propia Castro Riglos y se cobró la vida de su pareja y dos lesbianas más, a manos de un vecino que les arrojó una bomba en la habitación que compartían en un hostel.
Según al sobreviviente, en estos seis meses, el juez mostró poca imparcialidad en la investigación, una consideración que está basada en los supuestos prejuicios que Rabbione podría tener respecto del crimen ocurrido el pasado 5 de mayo.
Uno de los ejemplos de dichos prejuicios radica en que, para la acompañante legal de Castro Riglos, el juez no reconoce siquiera que las víctimas eran dos parejas de lesbianas que convivían bajo un mismo techo.
Asimismo, la abogada agregó que Rabbione tampoco ordenó el secuestro de la ropa del imputado, Justo Fernando Barrientos, el allanamiento de su habitación, ni solicitó pruebas de ADN de la sangre que había en la escena del crimen. Para el equipo legal que acompaña a la sobreviviente, estas maniobras corresponden a una revictimización de Castro Riglos.
El lesbicidio es un crimen de odio
Actualmente, el juez Edmundo Rabbione investiga la causa como homicidio doblemente agravado por alevosía y peligro común. Sin embargo, desde la defensa de la sobreviviente insisten en que el triple lesbicidio de Barracas fue un claro caso de un crimen que debe ser juzgado bajo el agravante de odio a la orientación sexual y la identidad de género de las víctimas.
En el mes de junio, la Federación Argentina LGBT+ (FALGBT+) solicitó al juzgado unirse al proceso como querellante con el objetivo de mostrar las implicancias de este tipo de crímenes y de destacar la importancia de que estos ataques sean investigados y caratulados como un crimen de odio.
Sin embargo, el juez Rabbione negó la petición, a pesar de que desde el 2012, gracias a una reforma al Código Penal, la legislación argentina contempla como agravantes los crímenes motivados por el odio de género, la identidad y expresión de género, y la orientación sexual de las víctimas.