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Isla Verde: Una organización en El Palomar que lucha por el medio ambiente

“Los terrenos que buscábamos defender se veían como una isla verde en un mar de cemento gris”, relatan las y los miembros del colectivo ambientalista de El Palomar acerca de sus inicios en la lucha por la preservación de un territorio sano y protegido.

La Ciudad charló con Isla Verde sobre sus nuevos proyectos en el conurbano, la implementación de políticas públicas de carácter ambientalista y de la educación como eje fundamental para generar conciencia acerca del cambio climático y sus consecuencias.

¿Qué es y cómo nació Isla Verde?

Isla Verde es un colectivo ambientalista que nació en el año 2013 de la voluntad de un grupo de vecinos para proteger los predios que están detrás del aeródromo en El Palomar. Al ver que los terrenos que conocíamos desde siempre estaban siendo ocupados con basura y rellenados, decidimos organizarnos para proteger el espacio. Se armó una convocatoria en Facebook para sumar a aquella gente que estuviese en la misma sintonía y captar a aquellos que no conocían la temática y quisieran participar.

El nombre de Isla Verde viene de ver los terrenos desde una imagen satelital, donde se ve que los terrenos que buscábamos defender se veían como una isla verde en un mar de cemento gris. Actualmente funcionamos como Asociación Civil.

¿Bajo qué premisas se organizaron? ¿Cuáles son sus ideales?

Una de las premisas organizativas fundamentales es la participación horizontal de todos los miembros. Las decisiones de la organización se toman en asamblea, donde nos reunimos semanalmente a discutir los temas que nos conciernen.

Nuestros ideales son los de toda organización ambientalista: detener las alteraciones en el cambio climático. Reconocemos que defender los territorios verdes que aún quedan con poca intervención humana es una forma de comenzar esta lucha, aunque no la única. Creemos en el establecimiento de leyes claras para proteger el ambiente y tener instrumentos que nos permitan hacer cumplir esas leyes. Por eso formamos nuestras alianzas, para poder lograr, aparte de victorias en nuestro territorio, también cambios que sean de fondo.

Otro énfasis que hacemos está en la educación ambiental, que tratamos de llevar en nuestros festivales y dar charlas educativas allí donde nos inviten. El ideal mayor es que las manchas de naturaleza que hoy en día se encuentran minimizadas se protejan y que se multipliquen.

¿Cómo fue el anclaje de la organización en el conurbano?

La organización es de la localidad de El Palomar, así que nació anclada en el conurbano y buscando la protección del territorio. A través del tiempo fuimos construyendo lazos con otras organizaciones similares de la zona, apoyando el surgimiento de nuevos grupos y conformando espacios de luchas en común como son la Red de Áreas Protegidas Urbanas (RAPU) y Organizaciones del Río Reconquista, el cual es más reciente.

“No alcanzan los parches temporales de los proyectos y programas de green washing contemporáneos. No hay que romantizar al activismo, existimos porque el estado hace agua por todos lados, y si no nos organizamos, no hay futuro posible”, sostienen desde Isla Verde.

¿Cuáles fueron sus mayores desafíos y/o dificultades en sus inicios? ¿Y actualmente?

Superar el nivel de acción individual por uno colectivo fue el principal escollo. Luego, andando el camino, nos encontramos con el desafío de establecernos como un interlocutor válido, para lo cual a través del contacto con la gente en los festivales “Sembrando Conciencia” informábamos sobre Isla Verde y nos íbamos haciendo cada vez más conocidos.

El conflicto por el establecimiento del aeropuerto estableció un punto de inflexión en la organización, porque, por un lado, generó mucho movimiento en la zona y se hizo más visible nuestra lucha por la reserva.
Por otro lado, fue un desafío porque los proyectos que venían adjuntos al Aeropuerto hacían peligrar la existencia de Isla Verde. En esta época, nos empezamos a constituir como Asociación Civil, para poder tener mayor peso institucional.

El desafío actual es lograr tener participación en el comité de manejo de la nueva Reserva Urbana de la Defensa El Palomar, para poder monitorear que se están haciendo bien las cosas y poder realizar acciones que mejoren la biodiversidad de la zona. A la vez, otro desafío es seguir articulando regionalmente con las otras organizaciones, para lograr cambios a nivel regional.

¿Cómo creen que se podría llevar adelante desde las políticas públicas un proyecto y/o programa afín a lo que ustedes realizan y defienden en Isla Verde?

Es un proceso relativamente sencillo, pero que depende de decisiones políticas a diversos niveles burocráticos, que generalmente no están dispuestos a darlas debido a las presiones de los sectores de poder económico y político.
La solución es comenzar a plantear la transición de modelo de desarrollo, dejar de financiar el extractivismo y esos mismos recursos ir destinandolos paulatinamente hacia procesos productivos participativos que contemplen la salud ambiental.
No alcanzan los parches temporales de los proyectos y programas de green washing contemporáneos. No hay que romantizar al activismo, existimos porque el estado hace agua por todos lados, y si no nos organizamos, no hay futuro posible.

¿Cómo puede la gente colaborar con Isla Verde?

La gente puede colaborar con Isla Verde difundiendo la causa e involucrándose con la misma. Participar es la mejor forma de colaborar. Si conocen algún espacio que quede por defender y que aun no lo esté, se pueden contactar con nosotros para recibir ayuda.
La organización cuenta con mercadería que vendemos para poder sostener nuestras actividades y poder realizar nuevas. Nos financiamos a través de esas ventas y de las cuotas de nuestros socios.

¿Cuáles son los últimos proyectos en los que están trabajando actualmente?

Seguimos trabajando en el proyecto de reserva para nuestro querido espacio Isla Verde, profundizando en detalles y determinando, junto a personas especializadas, los mapeos necesarios para delimitar las distintas áreas y usos del lugar.
Estamos trabajando en una propuesta para el área deportiva dentro de la reserva con la intención de evitar que le den lugar a proyectos del estilo polideportivo que dañarían la biodiversidad que habita.
Además, acompañamos a las luchas vecinas del conurbano y del país, compartiendo nuestra experiencia y sembrando conciencia en otras comunidades de vecinxs preocupados por la destrucción de los espacios naturales en otros lugares.
También, continuamos generando redes con la comunidad educativa para llevar la voz de la naturaleza a diferentes edades, tanto a nivel primario y secundario como universitario, para aportar una perspectiva ambiental en distintas prácticas y en la vida cotidiana.

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Melina Alderete

Escritora, periodista. Conductora y productora radial en Radio Kamikaze. Otaku empedernida. Ávida lectora, cuando tiene ganas. Fan del cine y los dibujos animados, de todo tipo y clase. Se considera una "inventora serial" que siempre se trae algo entre manos... En definitiva, un bicho raro, de otro planeta, pero que escribe. ¡Una marciana haciendo crónicas! Mail: unamarciana.haciendocronicas@gmail.com Instagram: @yo.marciana
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