Ituzaingó: el miércoles se actualiza el cuenta nietos
Sebastian Sanguinetti
El Cuenta Nietos se inauguró en 2019 y fue el primero en toda la Provincia de Buenos Aires. El mismo es símbolo de lucha y reivindicación por el derecho a la identidad y las políticas de memoria, verdad y justicia.

El proximo miercoles 29 de enero a las 11 horas en la Plaza San Martín (Mariano Acosta y Av. Néstor Kirchner), el municipío actualizará el Monumento Cuenta Nietos. Desde ese día tendrá el número 139.
El Cuenta Nietos se inauguró en 2019 y fue el primero en toda la Provincia de Buenos Aires. El mismo es símbolo de lucha y reivindicación por el derecho a la identidad y las políticas de memoria, verdad y justicia.
La nieta 139, cuya restitución de identidad fue anunciada hace 15 días por Abuelas de Plaza de Mayo es hija de Noemí Beatriz Macedo y Daniel Alfredo Inama. Se calcula que debió haber nacido en enero o febrero de 1978. Hasta ahora, no se sabía si la pareja esperaba un varón o una nena.
La historia de Daniel y Noemí
Sus padres fueron secuestrados el 2 de noviembre de 1977 en el barrio de Recoleta, aunque se presume que ella podría haber sido secuestrada ese día en un operativo en La Plata. Noemí Macedo estaba embarazada de seis o siete meses y junto con Daniel Inama fueron vistos por sobrevivientes en el centro clandestino "Club Atlético", perteneciente a la Policía Federal Argentina, y que funcionó en San Juan y Paseo Colón.
Daniel había nacido el 12 de noviembre de 1951 en La Plata y sus compañeros lo llamaban "Pablo", "El Pelado" o "El Loco". Tuvo dos hijos, Ramón y Paula, con dos compañeras anteriores. Noemí había nacido el 8 de febrero de 1955 en Mar del Plata y su familia la apodaba "Noe".
En en el anuncio que se hizo en la exEsma, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, contó que la familia Macedo "fue diezmada por el terrorismo de Estado: su padre, Laudelino Macedo, su hermana, Gloria Nelly, con su compañero Rubén Justo García y la hija de ambos, Miriam Viviana García, y otro cuñado, Oscar López Lamela, fueron secuestrados y continúan desaparecidos".
La madre de Daniel, Lucila, "transcurrió toda su vida en La Plata", recordó Carlotto. "La desaparición de su hijo fue un golpe muy duro. A partir de ese momento, cada cumpleaños, cada fiesta, tuvo una carga de dolor y de tristeza. Falleció el 20 de abril del 2013 en la trágica inundación que afectó a la ciudad de La Plata y sus alrededores. Nunca dejó de buscar a su nieto y nieta. 'Desde algún lugar lo guiará en la búsqueda', manifestamos por entonces desde Abuelas. Y parece que así fue", dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo.
La restitución
Según explicó Manuel Gonçalves Granada, nieto restituido 57, miembro de la Comisión Directiva de Abuelas y Secretario Ejecutivo de Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI), Abuelas de Plaza de Mayo recibió información sobre el caso de manera anónima, que sistematizó y relevó para iniciar la investigación. Luego, “en articulación con la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) se continuó con el abordaje del caso: desde la Conadi se requirió la documentación a las diferentes dependencias nacionales y provinciales, cuyas respuestas en tiempo y forma son fundamentales para la resolución de estas búsquedas. Entre ellas se contó con la asistencia del Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado, que corroboró y aportó información clave", destacó.
A partir de este exhaustivo relevamiento se logró contactar a la posible nieta. "La mujer fue convocada por la Conadi en noviembre de 2024 para brindarle toda la información recabada. Así, ella accedió a concurrir al Banco Nacional de Datos Genéticos para dejar su muestra de ADN. Ayer, el banco confirmó que es hija de Noemí y Daniel y la CONADI volvió a contactarla para comunicarle la feliz noticia", indicó Gonçalves Granada.
"Desde hoy, la nueva nieta podrá abrazarse con sus dos hermanos, Ramón y Paula, que se criaron juntos gracias al buen vínculo que mantuvieron sus madres y que siempre supieron del embarazo de Noemí", celebró Gonçalves Granada, quien explicó que desde Abuelas de Plaza de Mayo se intenta "reparar" lo que el terrorismo de Estado quiso destruir. "Nos impulsa el amor, la ternura, la certeza de que la verdad, aunque parezca dolorosa, puede sanar en parte las heridas. Y esto lo hemos comprobado con los 139 casos que hemos resuelto", cerró.
