Morón: elevan a juicio a cinco miembros de la secta Abba Krishna acusados de abuso y trata de personas

Morón: elevan a juicio a cinco miembros de la secta Abba Krishna acusados de abuso y trata de personas
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El fiscal federal de Morón Sebastián Basso solicitó la elevación a juicio de la causa por la que se investiga a cinco miembros de la secta “Abba Krishna”, que funcionó al menos desde 2017 hasta julio de 2021 en la localidad de 20 de junio, partido de La Matanza. Los procesados están acusados de haber cometido los delitos de trata de personas y reducción a la servidumbre de al menos ocho personas, una de ellas menor de edad.

La causa a la que tuvo acceso Diario La Ciudad, se encuentra tramitada por el Juzgado por el Federal N°2 de Morón, a cargo de Jorge Rodríguez, con intervención de la secretaría N°8, a cargo de Ignacio Calvi.

“A los cinco acusados se los considera coautores del delito de trata de personas con fines de explotación mediante la reducción a la servidumbre, con las agravantes de haber mediado engaño, de abuso de una situación de vulnerabilidad”, consignaron las fuentes, en referencia a la secta denominada “Abba Krishna”.

Las víctimas serían al menos ocho, una de ellas menor de edad, en situación de vulnerabilidad. Al señalado como líder de la organización, que funciona con características de secta, “se le imputa también el delito de abuso sexual de forma reiterada contra una joven menor de 18 años“.

De acuerdo con la acusación, “desde el templo se captó y acogió a un número desconocido de personas, aprovechándose de su situación de vulnerabilidad, para finalmente obtener réditos económicos de ellos mediante la reducción a la servidumbre y el sometimiento a distintas prácticas de índole sexual“. Los cinco acusados fueron detenidos en diciembre pasado, cuando se llevaron a cabo los allanamientos que desbarataron la organización.

Las detenciones:

Los operativos fueron llevados adelante por la Policía Federal Argentina (PFA) en el mes de diciembre del año pasado. En la casa del líder, conocido como “El Uruguayo”., se descubrió que en un entretecho se guardaba un arsenal, incluso con municiones capaces de perforar los chalecos antibala policiales.

EL Uruguayo

Los líderes del grupo hablaban con sus fieles sobre “el fin del mundo”. Se aprovechaban de la vulnerabilidad psicológica de las víctimas. Reducían a la esclavitud a quienes eran confundidos por sus falsas profecías. Y utilizaban el dinero para adquirir armas.

La investigación:

Según la investigación, las víctimas acudían el templo Abba Krishna por recomendación de otros fieles, por la difusión a través folletos o incluso por medio de las personas acusadas, a fin de buscar contención espiritual que los ayude a sobreponerse de situaciones emocionales que las afligían. Una vez allí, se realizaban meditaciones, cánticos, aperturas de chakras y lectura de textos.

A través del “legajo” de cada nuevo fiel –que se completaba en el momento de ingreso y era actualizado periódicamente– le permitía al líder de Abba Krishna tener “pleno conocimiento de la situación sentimental de los fieles y cómo las distintas actividades del templo iban impactando en sus personalidades” A los que abandonaban circunstancialmente se los llamaba y convencía de regresar para ayudarlos a “sanar emocionalmente”.

El templo

La acusación amplió que “una vez que los fieles tomaban confianza con las personas y actividades del templo, el primer paso para ‘avanzar espiritualmente’ y ‘purificar sus almas’ era hacer Bhakti Yoga o ‘servicio’. Para esto, los fieles debían asistir más días. Como consecuencia, las víctimas acotaban sus espacios personales de ocio y contacto social con sus familiares y amigos.

Este acercamiento, asimismo, le permitía al líder inculcar distintos pensamientos en los devotos hasta lograr persuadirlos, controlarlos y aislarlos ya que, entre otras cuestiones, les hacía creer que aquellos que no pertenecían al grupo Abba Krishna “no podían sentir la misma energía”.

Por lo tanto, para lograr su “crecimiento espiritual”, debían alejarse de aquellos. Con esta premisa, a los integrantes del templo no se les permitía tener parejas que no pertenecieran a la comunidad y, en caso de iniciar una relación con alguien del templo, el líder debía dar su consentimiento.

Hoy, los cinco imputados esperan el juicio oral con el beneficio de prisión domiciliaria.

Por Ramón González

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