La Provincia autorizó la reutilización de los transformadores eléctricos contaminados con PCB
El organismo provincial a cargo de la decisión de reutilizar los transformadores que contenían PCB es el OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable), quien mediante la Resolución 376, reclasificó a los aparatos descontaminados para su instalación y funcionamiento hasta el final de su vida útil. En el año 2011 la misma OPDS ordenaba la erradicación definitiva de esos transformadores
En el año 2001, Nahuel Lorenzo tenía apenas seis años de edad y falleció de leucemia, contraída dos años antes, por contaminación con los aceites que se utilizaban para refrigerar los transformadores eléctricos de media tensión, que contenían una sustancia estabilizante llamada policloruros de bifenilos, conocida mas comúnmente como PCB.
El PCB, está incluido dentro de los doce contaminantes más peligrosos del planeta. En contacto con el hombre puede provocar cáncer, así lo considera la Organización Mundial de la Salud.
Ahora el gobierno provincial, autoriza a las Empresas eléctricas bonaerenses a reutilizar estos aparatos que habían sido retirados y descontaminados a menos de 2 partes por millón.
Pero lo mas peligrosos es que en varios transformadores se detectaron concentraciones mayores de PCB, luego de haberlos descontaminados, debido al exudado de sus partes internas porosas en contacto con el aceite.
La resolución del OPDS, establece que si en 90 días de haber descontaminado el transformador la concentración de PCB no superar los 50 ppm, se los vuelve a utilizar hasta el fin de su vida útil, sin necesidad de analizarlos nuevamente.
La medida es grave, porque parte del supuesto que el aparato no exuda mas pcb al paso del tiempo, y encima se lo utiliza sin ninguna verificación posterior.
¿Que harán con los aparatos que una vez descontaminados superaron los 50 ppm por exudado? Pues volver a descontaminarlos y evaluarlos 90 días más, si no registran mayores valores que los establecidos en la resolución, volverán a instalarse nuevamente.
Por Ruben Magliotti