Los lápices siguen escribiendo: las historias de los estudiantes desaparecidos de Ituzaingó
Enzo Resino
Durante la madrugada del 16 de septiembre de 1976, se llevó adelante en La Plata el operativo represivo conocido como “La Noche de los Lápices”. La escuela y quienes la habitaban fueron un blanco prioritario de la última dictadura cívico-militar. Esta se encontraba atravesada por la discusión política -florecían las agrupaciones y los centros de estudiantes- y por eso los militares desplegaron una rama de su plan sistemático, destinada a perseguir y reprimir a las juventudes estudiantiles que promulgaban la discusión y el activismo político.
Aquel operativo -organizado por el Batallón 601 y la policía de la provincia de Buenos Aires, conducida por Ramón Camps- culminó con diez estudiantes secuestrados. Solamente Emilce Moler, Gustavo Calotti, Patricia Miranda y Pablo Díaz lograron sobrevivir. El resto de los detenidos -Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero y Horacio Ungaro- luego transitarían por diferentes Centros Clandestinos como Pozo de Arana, Pozo de Banfield y las Comisarías 5ª, 8ª y 9ª de La Plata. En estos padecieron interminables tormentos y vejaciones antes de ser finalmente asesinados.
Es importante destacar que, con el objetivo de “restaurar los valores occidentales y cristianos” y combatir la “subversión” en el ámbito educativo, se realizaron operativos de este tipo en todo el país. En el caso de Ituzaingó, se puede decir que la dictadura también fue tras los chicos de guardapolvo blanco. Sonia Von Schmeling, Marcelo Moglie, Gabriel Lázaro Gutiérrez, Juan Alejandro Fernández y Jorge Luis Fernández son los estudiantes desaparecidos de Ituzaingó. Todos militaban en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y además formaban parte de otras organizaciones políticas como la Juventud Peronista (JP) o Montoneros.
Los estudiantes desaparecidos de Ituzaingó: Otra de las tantas “Noches de los Lápices” que sucedieron en el país
El 19 de septiembre de 1977 fue secuestrado, por un grupo de militares, Marcelo Moglie. No era la primera vez que lo secuestraban. Un año antes, en octubre de 1976, la policía había detenido a Marcelo. En ese entonces estuvo secuestrado durante siete días y fue víctima de torturas. Habiendo nacido el 18 de abril de 1959, Moglie fue a la primaria en una escuela estatal de Villa Udaondo y sus estudios secundarios los cursó en el Instituto Nuestra Señora de Lourdes. Tenía gustos e intereses como los tenían tantos otros pibes: tocaba la guitarra, tenía una banda de folklore, ayudaba en el barrio y militaba en la UES y en la JP. Algunos testigos afirman haberlo visto en la Comisaría 3ª de Castelar, antes de su desaparición definitiva.
El caso de Juan Alejandro y Jorge Luis Fernández no es tan diferente al de Marcelo Moglie. Estos hermanos crecieron y vivieron buena parte de su vida en el barrio Los Cardales. La primaria la cursaron ambos en el Instituto Nuestra Señora de Lourdes y cuando pasaron a la secundaria, se cambiaron al colegio San Francisco Solano. El dibujo, la pintura, la lectura y el canto eran algunas de sus actividades. Ambos cargaban con un gran compromiso social, de hecho daban una mano en la Escuela 103 de Villa Ángela a través del apoyo escolar. Lamentablemente aquel 19 de septiembre de 1977 ambos serían secuestrados. Era de noche, cerca de las 23hs y se comenzaron a escuchar ruidos en el patio. Un grupo de tareas había rodeado la casa de los Fernández e instantes después ingresaron a la misma. Primero se llevaron a Juan Alejandro (17) y minutos más tarde hicieron lo mismo con Jorge Luis (16). Aún siguen desaparecidos.
El 28 de septiembre de 1977, llegó a la casa de Sonia Von Schmeling un grupo de oficiales. Esta joven de 16 años vivía, junto a toda su familia, en Villa Udaondo y estudiaba en el Instituto Nuestra Señora de Lourdes. Militaba en el barrio, el cual no disponía de muchos recursos. Con su padre Hermann (también desaparecido) y otros vecinos, como Marcelo Moglie, trabajaron mucho por el barrio. De hecho, ellos y tantos otros levantaron los cimientos de lo que hoy es la “Unidad Sanitaria 17 de Octubre”, ubicada en Del Rancho 3710. Su militancia también era en la escuela, formando parte de la UES y de la Juventud Peronista. Luego de su secuestro se sabe que estuvo detenida en la Brigada de San Justo junto a otros estudiantes y militantes desaparecidos. Lamentablemente al día de hoy no se sabe que ocurrió con su cuerpo.
La suerte de Gabriel Lázaro Gutiérrez no fue diferente a la del resto. Este joven, que tenían apenas 18 años, fue secuestrado y baleado el 18 de septiembre de 1976. Fue por su militancia estudiantil en la UES -estudiaba en la escuela Manuel Belgrano de Ituzaingó- y también por ser parte de la JP y Montoneros. Su familia, al igual que el, poseía un fuerte identidad peronista. Su trabajo militante hizo que lo conocieran, además de en Ituzaingó, en lugares de la zona oeste como Morón, Haedo, El Palomar y San Antonio de Padua.
Lo secuestraron y asesinaron por la madrugada del 18 de septiembre de 1976, siguiendo la misma forma ilegal de accionar durante aquellos años: un grupo de tareas funcionando con total impunidad, con las calles liberadas a altas horas de la noche o recién entrada la madrugada. A Gabriel lo interceptaron a poca distancia de su casa, en la calle Cadetes Argentinos. Su asesinato tuvo lugar a unos 200 metros de allí, mientras trataba de huir estando ya herido.