En el día de ayer se llevó a cabo una multitudinaria marcha en conmemoración de los 43 años del último golpe de Estado cívico militar y eclesiástico ocurrido en la Argentina entre los años 1976 y 1983. Cientos de miles de personas llenaron Plaza de Mayo al grito de “Son 30 mil”.
Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, familiares de desaparecidos, organismos de derechos humanos, movimientos sociales, y partidos políticos marcharon encolumnados con banderas representativas, y alegóricas a la fecha. Tampoco faltaron los cánticos en contra del actual gobierno.
Jóvenes, gente mayor, y familias con niños pequeños inundaron las calles y avenidas del Congreso y Plaza de Mayo. Los termos y los mates, los pañuelos verdes, los bombos y los ingeniosos carteles dirigidos a Mauricio Macri, tuvieron una destacada participación en la fresca tarde porteña.
El apoyo al juez Alejo Ramos Padilla también se hizo notar, al igual que el pedido a la Corte Suprema de Justicia de “no obstaculizar el avance los juicios de lesa humanidad”. Por otra parte, los organismos de DDHH expresaron en el documento final: “Nos manifestamos contra el avasallamiento que el Gobierno de Mauricio Macri genera todos los días: despidos masivos, la miseria planificada, la entrega del país a los buitres, la persecución de los pueblos originarios; la persecución a militantes; las presas y presos políticos; la grave injerencia del Gobierno sobre el Poder Judicial; retrocesos en Memoria, Verdad y Justicia, la violencia institucional, la represión a la protesta social, la censura a la prensa, el negacionismo“.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, además recordó: “También siguen faltando alrededor de 300 hombres y mujeres que están entre nosotros: son trabajadores, padres, madres, compañeros de oficina, de oficio; vecinos, maestros y profesores de nuestros hijos e hijas; empleados, profesionales, están entre nosotros, como sus familias, que los buscamos desde hace más de cuatro décadas“, y finalizó: “”Es importante que el futuro nunca pierda de vista el pasado”.
Por Daniela Yacub.
