Petit Palace, la historia de un cine típico en Ituzaingó

De acuerdo a algun@s especialistas, la instalación del Cine Gran Ituzaingó fue crucial para el posterior cierre del Petit Palace, que se oficializó un 29 de junio de 1962.

Petit Palace, la historia de un cine típico en Ituzaingó
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Los cines se establecen en la actualidad como uno de los espacios predilectos por las comunidades. Más allá de que la llegada de las plataformas de contenido pusieron en tela de juicio el normal funcionamiento de estos espacios, la tradición continúa y parecería expandirse por otras regiones. La experiencia de poder apreciar una película en una pantalla grande no se compara con nada y much@s espectador@s lo defienden a capa y espada.


En el pasado, la presencia de salas barriales era moneda corriente y la proyección de filmes que marcaron una época dorada en la cultura popular estaba a la orden del día. Sin embargo, con el paso de los años, la llegada de las grandes cadenas interrumpió este proceso y obligó a muchos espacios a readaptar sus funciones. En el municipio de Ituzaingó, a mediados del siglo XX, existió un lugar que se estableció como un punto de encuentro para miles de vecin@s: el cine Petit Palace. En un contexto de transformaciones vertiginosas en las maneras de contar historias, resulta sumamente interesante recuperar parte de nuestro pasado.


Todo comenzó en 1925, cuando el empresario Alberto Devos decidió construir e inaugurar lo que originalmente se conocía como el “Cine Teatro Ituzaingó”, en la actual calle Rondeau 28, frente a la plaza sur. De acuerdo al relato de algunas personas que pasaron por este mítico espacio reservado para la cultura en el partido, contaba con una sala principal a la que se ingresaba por un amplio hall revestido en cerámica en tonos azules. A la derecha se encontraba la boletería y el acceso a la escalera que conducía al “pulman”, con unos 30 asientos disponibles en su interior. Mientras tanto, a la izquierda del salón se ubicaban los baños y una cartelera. Por su parte, la platea contaba con 300 butacas y, por lo general, se completaban sin mayores problemas.


Más allá de la popularidad que tenía por aquellos años, entre 1936 y 1940 el cine cumplió funciones de carácter religioso. Debido a que no había una iglesia parroquial por aquel entonces en el incipiente municipio de Ituzaingó, la familia Devos tomó la determinación de facilitar la sala para estos fines. Allí, se realizaban bautismos y comuniones, aunque no se permitían casamientos.

Luego de muchos años, un 19 de mayo de 1944, el cine fue reinaugurado por Don Juan Lombardi, quien adquirió los derechos del lugar y decidió bautizarlo con el nombre “Petit Palace”. Las funciones estaban programadas para los días martes, jueves, sábados y domingos, y los fines de semana se proyectaban películas argentinas, principalmente las protagonizadas por Ricardo Passano.


De acuerdo a algun@s especialistas, la instalación del Cine Gran Ituzaingó fue crucial para el posterior cierre del Petit Palace, que se oficializó un 29 de junio de 1962. A partir de la poca demanda que tenía en materia de venta de boletos, l@s dueñ@s decidieron acelerar la venta de la propiedad. Desde aquel momento, nunca más volvió a abrir sus puertas, aunque quedará para siempre en la memoria de cada un@ de l@s vecin@s de Ituzaingó.

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