Una pericia demostró que Rafael Nahuel no disparó ningún arma de fuego al momento de ser asesinado por la Prefectura

El dermotest realizado hace dos días sobre el cuerpo de Rafael Nahuel, el joven mapuche que resultó muerto en Villa Mascardi el sábado ultimo, determinó que al momento de ser abatido por la Prefectura, no realizó ningún disparo de armas de fuego.
La pericia consiste en la realización de operaciones de práctica sobre la piel de las manos del presunto tirador para saber si la persona ha efecturado disparos de arma de fuego. Al disparar un arma de fuego se producen gases en la combustión que arrastran partículas de distinto tamaño y forma de la pólvora (combustionada parcial o casi totalmente) y que se depositan en las superficies cercanas al lugar del disparo.
Si la prueba da positivo para la presencia de estos elementos, se puede vincular al hecho. Si da negativo significa que no se hallaron residuos, pudiéndose asegurar que que no ha disparado.
La versión del Gobierno comienza a desarmarse
Ayer, los ministros de Justicia y Seguridad, Germán Garavano y Patricia Bullrich, brindaron una conferencia de prensa sobre la muerte de Rafael Nahuel, La ministra describió a estas comunidades como “grupos que no respetan la ley, que no reconocen a la Argentina, que no aceptan el estado, la constitución, nuestros símbolos, que se consideran como poder fáctico que puede resolver con una ley distinta a todos”. “Han tomado a la violencia como la forma de acción política”, resumió.
Sobre el rol de la Prefectura en la represión y la muerte de Nahuel, Bullrich respaldó a la Fuerza de Seguridad y aseguró: “El juez necesitará elementos probatorios, el gobierno nacional ha definido que esto se realizó en el marco de una manda judicial. No tenemos que probar lo que hacen las Fuerzas de Seguridad en el marco de una tarea emanada de una orden judicial. Le damos a la versión de la Prefectura el carácter de verdad.
El “Informe de Prefectura” que el gobierno consciente detalla una cronología de supuestos hechos sucedidos en la tarde del sábado 25 en inmediaciones de Lago Mascardi, a donde una patrulla de Prefectura se dirigió a ejecutar una verdadera cacería. En principio ubica a “un equipo de 4 efectivos de la Agrupación Albatros de la Prefectura” que estaban “cumpliendo con la orden judicial del juez federal Gustavo Villanueva”, rastrillando la zona “con el objeto de recabar información e identificar a las personas prófugas luego del desalojo realizado el día jueves sobre los terrenos tomados por el RAM”.
El informe prosigue relatando que en medio de ese patrullaje los prefectos se toparon con un grupo de personas que “comenzó una agresión contra los Albatros con piedras, boleadoras y lanzas”. Y que luego de que uno de los efectivos intentara repeler el ataque “con un arma no letal con munición no letal de pintura”, “inmediatamente se escucharon gritos por parte del grupo de encapuchados, que decían ’los vamos a matar, son pocos, son cuatro’”.
Acto seguido, según la versión oficial, “los efectivos escucharon fuertes estampidos en dirección a su posición y observaron a dos o más personas portando armas de fuego que, por el sonido y el efecto de las efracciones, daban cuenta de ser de grueso calibre. Además, se dieron cuenta del calibre de las balas porque arrancaron ramas gruesas de cuajo”.
La pericia sobre el cuerpo de Rafael hasta hoy determinó dos cosas:
1. A Rafael lo mata una bala 9mm disparada por la Prefectura que ingresa por la espalda
2. Al momento de que se produce la muerte, Rafael no disparó ningún arma de fuego