Casa Caffarini, la ferretería de barrio que marcó por completo la historia de Hurlingham
Santiago Menu
Los parques industriales fueron una de las principales actividades desarrolladas en las localidades que comprendían la zona oeste de la provincia de Buenos Aires, durante sus primeros años de su población. Muchas compañías decidieron establecerse en este espacio a raíz de su cercanía con el puerto y producto de la gran cantidad de hectáreas con las que contaban para expandirse. Esta situación permitió que un sinfín de comercios se instalen en sus alrededores y, en este sentido, Casa Caffarini es uno de los claros ejemplos. Este local, especializado en ofrecer productos de ferretería industrial, fue un emblema del barrio en las décadas del 40 y 50, por lo que vale la pena contar algunos detalles interesantes de su historia.
En primer lugar, es importante mencionar que estaba ubicado en la intersección de las calles Roca y O´Brien y era atendido por Tomás, Nelida y su hija Marité. El 1 de mayo de 1938 fue la fecha de apertura, aunque les costó un tiempo largo poder ganarse de la confianza de l@s vecin@s.
En estos inicios, con el objetivo de poder abastecer al comercio con nuevos productos, Tomás realizaba trabajos en casas particulares, especialmente en el arreglo de pisos, mientras que Nélida ejercía la función de corte y confección. Fue allí, a partir del contacto diario con las personas que residían en la localidad de Hurlingham por aquellos años, que su emprendimiento creció a tal punto de convertirse en un emblema.
En sus tiempos de gloria, la ferretería llegó a abastecer a alrededor de 50 fábricas de la zona. Para el correcto funcionamiento del local, Nélida tenía con un cuaderno con tapa de madera en la que anotaba el stock de productos que presentaba y, una vez que se agotaban, salían en la búsqueda de repuestos. Más allá de la llegada de la computadora y los elementos electrónicos, la familia Caffarini no dejó nunca de utilizar el lápiz y el papel, ya que era la manera en la cual se sentían más seguros.
La ferretería se mantuvo abierta para todo el público hasta 1993, cuando los incipientes problemas económicos y la diversificación de rubros que se presentaron en Hurlingham hicieron imposible afrontar la totalidad de sus costos. Por más de 50 años, Casa Caffarini fue una verdadera referencia en la zona. Miles de vecin@s aún recuerdan con una sonrisa entrar por la puerta de este comercio y maravillarse con la excentricidad de productos que ofrecían.