De Ciudad Jardín al mundo: Andrés Ciro Martínez, la estrella del rock que no olvida al barrio

De Ciudad Jardín al mundo: Andrés Ciro Martínez, la estrella del rock que no olvida al barrio
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Es muy común escuchar casos de estrellas de la música popular que, una vez que su fama escala, se mudan de sus lugares de origen y se trasladan a espacios en los cuales pueden desarrollar su arte. Este no es el caso de Andrés Ciro Martínez, ex vocalista de Los Piojos y líder de Ciro y los persas, un hombre surgido en Ciudad Jardín que conserva el amor por la tranquilidad que le ofrece su barrio. Más allá de la enorme cantidad de compromisos que tiene, siempre regresa a la localidad en dónde más feliz es. Como uno más, el rockero se mueve por sus calles y saluda a l@s vecin@s que lo reconocen. Su historia, completamente vinculada con esta zona en la que nació y creció, es digna de ser contada una vez más.

Más allá de haber visto la luz por primera vez 11 de febrero de 1968 en Villa del Parque, Andrés Ciro Martínez se trasladó a los 10 años a Ciudad Jardín y se enamoró profundamente de este particular barrio ubicado en el partido de Tres de Febrero. Es allí donde comenzó con sus contactos con la música.

Su primer espectáculo bajo la mirada del público se dio en la escuela 28, un tradicional establecimiento ubicado en el distrito. Junto a varios compañeros de colegio, el vocalista interpretó la canción Stayin’ Alive de Bee Gees y, mediante pasos similares a lo que realizaba John Travolta y con una presencia muy singular en el escenario, recibió el aplauso de pie de toda la sala. Fue en ese preciso instante donde entendió que su vida estaría marcada por las guitarras, las baterías y las armónicas.

A fines de la década de los 80, Pablo Guerra, un amigo de Andrés Ciro Martínez de Ciudad Jardín, lo invitó a formar parte de una banda que, con el tiempo, se transformaría en una de las más relevantes en la historia del rock nacional: Los Piojos. A partir de algunos shows en bares de la zona, su música comenzó a expandirse, a tal punto de llenar ni más ni menos que el estadio River Plate. En 2009, los integrantes del grupo decidieron separarse y Andrés Ciro Martínez forjó otro proyecto: Ciro y los persas.

El día que Ciro volvió a tocar en el barrio

En 2018 y de sorpresa, el cantante volvió a tocar en la escuela 28, en lo que significó su regreso a los escenarios en el barrio. La conmoción fue total en el ambiente y las emociones estuvieron a flor de piel. Más allá del prestigio conseguido afuera, no hay nada como volver a casa. Andrés Ciro Martínez sabe a la perfección que lo más lindo es despertarse por las mañanas y decir: “Buenos días Palomar”.

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