Donde los monstruos salen a jugar: La historia de la ciudad Fukusaki y los yōkai de Japón
Melina Alderete
Situada en la prefectura de Hyōgo, la ciudad se convirtió en el nido de mitos y leyendas que hoy atraen de forma pintoresca a los turistas.
Si disfrutaste de los capítulos de Kimetsu no yaiba (Demon Slayer) o de la transmisión animada Yokai Watch en la televisión, seguramente te encantará visitar la ciudad de Fukusaki, el lugar donde todos los monstruos y demonios pintorescos conviven con los residentes y turistas.
Pero, primero lo primero: ¿Qué es un yōkai? Según el folclore japonés, los yōkai son criaturas que poseen grandes poderes y, generalmente, tienen formas extrañas que mezclan partes humanas con partes de animales. En su traducción literal, el término yōkai podría comprenderse como “demonio” o “espectro”.
Asimismo, los yōkai son sinónimo de todo aquello que resulta envuelto en un misterio que escapa del sentido común y, si bien los primeros estudios de lo sobrenatural de estas criaturas datan de la era Muromachi, aún en las etapas más modernas de Japón pueden encontrarse escritos, cuentos, leyendas e historias de todo tipo que tienen a los yōkai como protagonistas.
Una de las obras más famosas que aborda la temática de los yōkai es “Tōno Monogatari”, un registro de leyendas folclóricas realizado por el escritor nacido en Fukusaki, Kunio Yanagita. La influencia del artista fue tal, que incluso hoy sigue siendo considerado “el padre del folclore japonés”.
En su honor, se ha instalado en la ciudad donde nació un “nido de yōkai”, convirtiendo a Fukusaki en un verdadero espectáculo de monstruos y espíritus que pasean por las calles de Japón. Este homenaje a Yanagita atrae especialmente a los turistas, que disfrutan de observar y fotografiar a los yōkai de tamaño real que residen en los límites del distrito.
Entre los distintos yōkai que se pueden encontrar en Fukusaki, se destaca la presencia del Kappa, un monstruo que habita en los lagos y ríos. En su representación de la ciudad de los yōkai, una gran estatua de Kappa se ha instalado en las profundidades de uno de los estanques y, a determinada hora, puede verse que sobresale de la superficie.
Otro de los yōkai que habitan Fukusaki es el Oni, una especie de ogro de la montaña, representado generalmente con la piel roja, azul, marrón o negra, dos cuernos en su cabeza y una boca ancha llena de colmillos.