“El camino hacia el abismo”: El videojuego postapocalíptico creado por un argentino y con Morón como escenario
Melina Alderete
El proyecto de Matías Rispau nuclea monstruos, folclore gauchesco y ciencia ficción en las calles de CABA y el conurbano. Su teaser ya cosecha más de 70 mil reproducciones en redes sociales.
“Yo conozco ese lugar…”, cantaba Gustavo Cerati en “Lo que sangra” allá por fines de los ochenta con el apogeo de Soda Stereo. Y, hoy en día, las fanáticas y fanáticos conurbanos de los videojuegos postapocalípticos con monstruos y referencias a películas de culto, pueden decir lo mismo, gracias a “El camino hacia el abismo” de Matías Rispau.
El proyecto se convirtió en el primer videojuego argentino en primera persona que se desarrolla en los escenarios porteños y conurbanos y, aunque su creador ya adelantó que aún se encuentra en desarrollo, el teaser del juego ya causó furor en las redes sociales.
Retomando elementos de películas de culto y/o de la cultura popular en temática de monstruos, alienígenas y acción, “El camino hacia el abismo” se presenta como un videojuego prometedor y que ya está logrando empatía y simpatía para con sus futuros consumidores.
“Como argentino, me daría mucho orgullo ver un videojuego centrado en Buenos Aires y creo que a otros compatriotas también”, había escrito Rispau en su blog personal y, tiempo después, se animó a dejar su carrera como director de cine para abocarse de lleno al proyecto de “El camino hacia el abismo” que, además, toma su nombre de un trabajo audiovisual previo de su creador: La película “Me encontrarás en lo profundo del abismo" del 2022.
Dentro de los escenarios en los que se desarrollará el videojuego de Rispau, se encuentran algunos puntos de Ezeiza, Zárate, Morón y, por parte de CABA, se podrá ver a los personajes principales rondando por el Obelisco, la Biblioteca Nacional o la línea B del subte.
El videojuego “El camino hacia el abismo” fue escrito por Tania Covelli y narrado por Germán Baudino, que encarna al personaje de Demián. El proyecto de Matías Rispau aún se encuentra en etapa de desarrollo y, según su propio creador, “faltan años de trabajo” para que pueda ser lanzado al público.