La Historia poco conocida del culto católico en Ituzaingó: la primer capilla funcionó en el actual Cine Teatro
Diario La Ciudad
La historia de la iglesia católica en nuestra ciudad, es bastante particular. Aunque todos creerán que el primer templo católico que tuvo Ituzaingó fue la parroquia San Judas Tadeo, en realidad no fue así. El historiador local Alberto Guercio, publicó una investigación sobre los orígenes del culto católico en los primeros años de Ituzaingó:
“Desde la fundación del pueblo hasta el año 1906 la grey católica no tenía sitio donde cumplir las prácticas religiosas. Conocemos por una fotografía la existencia de una capilla de sólida construcción con torre y campanario en las tierras del ingeniero Emilio Agrelo, luego vendidas a la Municipalidad de Buenos Aires para la construcción del Hogar Martín Rodríguez. Esta sería la primera capilla de Ituzaingó, por supuesto de uso privado pero no tenemos constancia de la fecha de su construcción. Sí sabemos que fue demolida para construir una nueva capilla que es la existente en dicho predio.” comienza diciendo Guercio en su trabajo de investigación
Juana Consejero, una pionera del culto católico
“En el año 1906 una joven de nombre Juanita Consejero nacida en 1880, se afinca en Ituzaingó desarrollando actividad religiosa y piadosa. El acendrado celo de esta mujer en sus tareas de catequesis suplió la falta de templos y sacerdotes.”
“En su casa de la calle Las Heras 127, donde vivía con su madre viuda y hermanos de profesión peluqueros que ejercían su actividad, Juanita enseñaba a los niños de primeras letras las nociones de catecismo, preparación para la primera comunión, ceremonia que se realizaba en la Iglesia de Morón (Agustín Camerucci)”. Con ayuda pecuniaria de algunas familias se alquiló una casa en la calle Zufriategui casi esquina Camacuá, la que fue transformada en oratorio público bajo la advocación del Sagrado Corazón de Jesús.“
Una nueva capilla poco conocida
A partir del 14 de julio de 1920, se traslada el Oratorio que el público conocía como “La Capilla” a la actual calle Dr. Manuel Belgrano entre Soler y Fragio. Allí estuvo por espacio de quince años.
En 1934 pasa a ocupar en calidad de comodato, la propiedad que hasta ese entonces había sido el Cine Teatro Ituzaingó, que conocimos a partir de 1940 con el nombre de Petit Palace. Es interesante resaltar que esta Capilla provisoria no estaba sacralizada pero sí autorizada para realizar bautismos y comuniones.
Juan Carlos Barilari, escribe en u breve articulo en la web “fotorevista” que Juanita Consejero solía dormir en la sala de proyección del Petit Palace cuando era capilla”, luego paso a vivir en una prefabricada al fondo del templo
En otro apartado del trabajo de Guercio, se recuerda al un sacerdote que brindó muchos años de trabajo a Ituzaingó, previo a San Judas Tadeo. Se trata del padre Luis D Ambrosio. Este era teniente cura de la Basílica de La Merced de Buenos Aires y concurría durante todos estos años los domingos y fechas especiales para ejercer su ministerio.
Recordamos de él por fotografías dando la comunión en esta última capilla mencionada, bendiciendo el mástil de la escuela n° 6, inaugurando en su patio entre otros hechos documentados, como ser la bendición de los primeros pavimentos de Ituzaingó.
Antes de cerrar este capítulo nos referiremos nuevamente a Juanita Consejero (Agustín Camerucci, obra citada). Sus años de trabajo los estimamos alrededor de cincuenta en su ardua tarea de catequista. La ejerció en las mencionadas capillas y oratorios, la Iglesia Parroquial y en las Escuelas n° 6 y n° 13 (Villa Ariza).
En la época del padre Villalonga ocupó, al no tener vivienda, una casilla en los fondos de la Iglesia Parroquial. Posteriormente monseñor Rava destinó una dependencia en lo alto del interior del Templo. Por entonces la señorita Consejero sentía declinar su salud e iba perdiendo paulatinamente la vista. Poco después, en 1962, ya octogenaria fue internada en el Hospital de Geriatría Martín Rodríguez, padeciendo de ceguera total y con gran deterioro físico. Nos abandona el 13 de diciembre de 1966.
Nuestro pueblo la recuerda en una calle de Villa Udaondo y un Jardín de infantes municipal que llevan su nombre.