Ituzaingó: ¿Qué opinan las y los estudiantes sobre el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas?
Enzo Resino
Varias discusiones comenzaron a darse luego de que el gobierno porteño decidiera prohibir el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas de CABA. Todavía hay mucho por debatir en cuanto al por qué de esta medida, pero también hay que pensar en las y los afectados: las juventudes estudiantiles y las diversidades sexuales.
Mucho se ha dicho sobre la prohibición del lenguaje inclusivo -sobre todo se han oído voces adultas, en discordancia o a favor de la medida- pero poco espacio se le ha dado a la voz de las juventudes en los medios. Es por eso que La Ciudad charló con Danah Finoli (Presidenta del Centro de Estudiantes “Todos Unidos” de la Escuela de Técnica N°1 “República del Paraguay”), Martina Battellini (Presidenta del Centro de Estudiantes “Igualdad y Progreso” de la Escuela de Educación Secundaria N°18) y Thiago Carrea (Vicepresidente de la Lista Igualdad de la Escuela Secundaria EES N°5 AUPI); elles son estudiantes secundarios de diferentes escuelas de Ituzaingó y tienen una visión muy clara -además de personal y política- sobre el tema en cuestión.
¿Qué opinión tienen respecto a la utilización del lenguaje inclusivo?¿Cómo les interpela es su vida diaria?
T.C: “La forma en la que me interpela en mi día a día es que en el Colegio AUPI al menos, en algunas de las materias, se utiliza bastante el Lenguaje Inclusivo. De hecho tenemos profesores que ya lo han incorporado e incluso leemos bibliografía que ya tiene lenguaje inclusivo dentro. Igualmente es una realidad que este tema genera discordancia, incluso en mi curso porque por más que los profesores lo den y lo estén tratando de aplicar es como un punto de quiebre que los chichos no están dispuestos a cruzar; ya sea por los distintos dogmas que van aprendiendo de los diversos medios de comunicación o cosas que ven por las redes”.
D.F: “Bueno, en ‘La Técnica’ lo que está pasando es que hay profesores que están de acuerdo. Lo implementan si alumnos en particular lo piden, no tienen problema en usarlo. Hay otros que si, les cuesta, o están como por así decirlo parados en la postura de la negación. En cuanto a los alumnos, hay varios que están de acuerdo porque lo sienten como una necesidad para sus compañeros y a la vez hay otros que dicen que si les van a dar clases hablando así prefieren no tomarlas; pero obviamente es la opinión y la decisión de cada uno. Yo en lo particular siento que es una necesidad pública y una justicia social para que la minoría no quede discriminada ni oprimida, pero que a su vez hay otras formas de aplicarlo como usando palabras neutras o sinónimos y así”.
M.B: “En nuestra escuela es como más resumido el tema. Salió el tema del lenguaje inclusivo; dentro de mis compañeros hay algunos que sí están de acuerdo, pero no se charla mucho el tema y no se toca mucho tampoco”.
Y entre el alumnado ¿Se utiliza el lenguaje inclusivo?¿Cómo es el trato en el aula?
D.F: “Yo creo que en el aula de cada uno y cada una, o sea dentro tu propio curso, como ya los conoces hay más confianza y sabes ya sus pronombres o como quieren que los trates. Pero ya cuando le hablas al alumnado entero, ahí lo aplicás porque tenés miedo que la minoría no quede integrada”.
T.C: “El AUPI es un colegio sumamente diverso, tiene de todo tipo de personas y la realidad es que no he conocido a casi ningún alumno que utilice el lenguaje inclusivo y de hecho nosotros tampoco lo utilizamos como lista. Sin embargo, lo que sí pasa mucho es que nos piden la utilización de determinados pronombres a la hora de comunicarnos con las personas y obviamente eso si lo aplicamos. Ahora, el tema del lenguaje inclusivo entre alumnos la verdad que es algo que no se está viendo. Es un debate que desde nuestra lista queremos empezar a dar porque creemos que no es que no se esté dando porque no se necesite sino que no se está dando por la falta de información al día de hoy. El AUPI es un colegio que, en ese tipo de temas sociales está sumamente atrasado”.
M.B: “En nuestra escuela pasa que hay alumnos que se identifican de una manera. Entonces si bien no se aplica el lenguaje inclusivo, si se respeta mucho la identidad de género y como se autoperciba esa persona”.
¿Cuál es su postura frente a decisiones gubernamentales, como en el caso de lo ocurrido en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que abogan por la restricción o la prohibición de formas de expresión?
D.F: “Yo pienso que hay una grieta en el sistema educativo sobre el por qué prohibir al lenguaje inclusivo: si es una necesidad para el alumnado o si es una necesidad para la institución en sí. Pero ¿por qué prohibirlo?¿qué van a hacer?¿van a sancionar a los colegios y a los docentes? De hecho salió el otro día una noticia en la que informaban que iban a sumariar a una profesora en CABA porque le había dicho ‘todes’ a los chicos. Yo pienso que es un tema muy polémico, pero si es una necesidad ¿por qué prohibirlo?”
T.C: “Yo creo que lo más conveniente es darle un análisis para saber de donde salió esa prohibición y cuales fueron las bases. Yo creo que tomar una prohibición del lenguaje inclusivo como medida para fomentar que los chicos mejores sus calificaciones en las áreas de literatura es un absurdo total; son expresiones que utilizaban los profesores, los alumnos y que se veían en los materiales de estudio. Creo que no es bueno bajo ningún término para la salud de una democracia el hecho de prohibir formas de expresiones e incluso creo también que no es sano utilizar esas prohibiciones para fomentar discusiones entre las personas. La realidad es que se está intentando plantear como un enemigo a todo lo relacionado a la inclusión, a la adquisición de derechos sociales”.
Y en base a lo que venimos hablando ¿Qué rol tiene la escuela?¿Es un escenario para los debates sociales, políticos y culturales?¿O ven que es un establecimiento que se limita a dispensar conocimientos?
M.B: “Por suerte en mi escuela, como es con orientación en comunicación, vemos mucho lo que es el argumento en los debates. Por suerte podemos debatir y se puede charlar, siempre con el control suficiente como para que no se vaya de las manos. Por suerte no es ningún tabú poder hacer debates”.
D.F: “Yo puntualmente participé muchos años del Centro de Estudiantes, básicamente desde que entré en la secundaria. Y la verdad muy pocas veces se dio el tema del debate y la discusión sobre temas polémicos. La verdad es que el lugar para el debate tiene que estar siempre pero muy pocas veces se lo reconoce. A veces el espacio al debate nos lo dan pero con determinados temas y te dicen frases como ‘ojo con lo que decís’ o ‘no digas tal cosa’ y eso es prohibir un poco el debate. Yo no te puedo debatir sin dar mi punto de vista”.
M.B: “Está genial que se den espacios para debatir en los colegios. Me parece muy bueno porque conoces a la otra persona, conoces como piensa y sabes con quien te estás enfrentando digamos, desde el respeto. Está muy bueno saber como piensa la otra persona”.
D.F: “Es necesario”.