“La asesina del romance”: Un anime a contramano que funciona a la perfección
Melina Alderete
Es claro que los clichés funcionan, calan hondo en lxs espectadores y dan buenos resultados. Pero, también es cierto que, muchas veces, lo predecible aburre y se convierte en motivo de abandono al momento de aventurarse en una nueva serie, algo que “La asesina del romance” parece entender a la perfección.
Una de las últimas apuestas de Netflix a la animación japonesa intenta darle una vuelta de tuerca más a la cuestión del amor, las mujeres y las expectativas de terminar el cuento con un “y vivieron felices para siempre”. El anime “La asesina del romance”, cuya primera temporada se encuentra disponible en la plataforma de streaming, está basado en el manga creado por Wataru Momose.
En su versión original, “La asesina del romance” fue publicado en la plataforma Shônen Jump+ de la editorial Shueisha entre los años 2019 y 2020, siendo recopilado en un total de cuatro volúmenes. Para su adaptación animada, el estudio Domerica puso manos a la obra, asociándose con Netflix para llevar esta alocada historia a fanáticos y fanáticas de todo el mundo.
No quiero lo que “todas las chicas quieren”
Tanto en su versión manga como anime, la historia de “La asesina del romance” sigue a Anzu Hoshino, una estudiante adolescente que solo se interesa por tres cosas en la vida: los juegos de PlayStation, el chocolate, y su gato llamado Momohiki. Al contrario de lo que se esperaría para las chicas de su edad, Anzu no está interesada en conseguir un novio y vivir un romance digno de película del domingo a la tarde. Pero eso es algo que “puede revertirse” …
O al menos así lo cree Riri, una criatura mágica que aparece de repente en la vida de Anzu para llevar a cabo un raro experimento: Confiscándole las tres cosas que a Anzu le importan más en la vida, Riri cree que la adolescente podrá tener tiempo y ganas de dedicarse al romance, así que la priva de sus grandes deseos y la empuja a vivir una vida llena de posibles enamoramientos.
Simulando lo que el Japón se conoce como “juego otome”, es decir, un tipo de juego en el que la protagonista se ve sumergida en una historia romántica en la que se ven involucrados varios pretendientes y debe elegir con quién quedarse, Riri transforma la cotidianeidad de Anzu, provocando que constantemente ella se vea envuelta en situaciones románticas con distintos chicos, hasta que finalmente muerda el anzuelo.
Sin embargo, no será tarea fácil, porque Anzu está decidida a dar batalla. Contrariamente a lo que haría una chica en un juego otome, nuestra protagonista se autoproclama una “romantic killer” y se propone firmemente luchar como una guerrera en un videojuego para resistir las tentaciones que el ser mágico Riri le pone justo delante de sus narices.
Buenos personajes, buenas historias
Además de vernos envueltxs en los intentos de Anzu por escaparle al romance, el anime de Netflix también nos seduce con los demás personajes de la historia. Como Tsukasa, el primer intento de Riri porque la protagonista se enamore. El joven pretendiente resulta ser un chico muy popular entre las estudiantes, pero que no quiere para nada esa atención y solo está decidido a no mantener ninguna relación sentimental por el momento.
Otro de los pretendientes de Anzu impuestos por Riri es Junta, un aparente amigo de la infancia de la protagonista, que termina siendo un chico dulce y tímido al que ningún espectador o espectadora puede resistirse. Y también está Hijiri, el típico odioso niño mimado y rico que, poco a poco, va aprendiendo que no todo el mundo va a estar a sus pies, una lección que Anzu le enseña más temprano que tarde.
De este modo, “La asesina del romance” se presenta como un anime a contracorriente que, fiel a un estilo propio, combina la comedia con los momentos más serios, teniendo como resultado una serie que entretiene y aliviana, pero que también te hace pensar que, muchas veces, las apariencias engañan y que detrás de cada persona, hay una historia muy especial esperando a ser revelada.