La historia de Mauro Pitetti: De Rafael Castillo a las grandes pistas
Melina Alderete
“Subirme a un auto de carreras es, de por sí, un sueño cumplido”, afirma el piloto Mauro Pitetti, oriundo de Rafael Castillo que inició su carrera en el automovilismo en la Fórmula 4 Nueva Generación (F4NG).
Pitetti desde muy temprana edad se interesó por los autos. Al crecer, estudió electromecánica automotriz y siempre supo que su sueño era estar en las pistas, por lo que comenzó a relacionarse con el mundo de las carreras a través del mecánico de su barrio.
Hoy, con una carrera en ascenso, metas cumplidas y proyectos a futuro, Mauro Pitetti dialogó con La Ciudad acerca de su pasión, la familia, el apoyo del barrio y todo lo que se viene para esta temporada 2022.
¿Cómo fue tu primer acercamiento al mundo del automovilismo?
Todo empezó a fines del 2015, gracias a una persona de mi barrio que era mecánico y, además, corría carreras. Él notó mi interés en los autos y me incentivó a que comenzara a correr. También me acompañó en mis inicios y me ayudó a relacionarme con gente del entorno de las carreras.
¿Cómo comenzaste tu carrera en la Fórmula 4 Nueva Generación?
Hice dos pruebas en un auto de Fórmula, para ver mis sensaciones y si me gustaba el hecho de estar en una pista, si era como lo imaginaba. Y lo fue. Yo soy loco por los autos desde que nací, así que subirme a un auto de carreras ya era de por sí un sueño cumplido.
¿Y cómo fue el ambiente con el que te encontraste?
La Fórmula 4 es una categoría zonal, en la cual hay mucha competitividad, pero es bastante accesible y de gran nivel. Es una categoría muy familiar. Yo siempre hago la comparación con el fútbol y llego a la conclusión de que, en el caso del automovilismo, no hay tanto egoísmo ni tanta saña.
En las tribunas, vos ves que uno hincha por uno, otro por otro, y está todo bien, después se van a comer un asado. En el fútbol, si vos tenés una camiseta diferente a la de al lado, te matan. Y esto en el ambiente del automovilismo no pasa tan así. Obviamente, hay rivalidades porque es una competencia, pero se vive de otra manera.
¿Cuáles fueron tus objetivos logrados allí?
En el 2019 logré salir campeón de F4. Y muchos, luego de ganar un título como ese, deciden irse de la categoría en la que se consagraron para ir a probar suerte en otros espacios. En mi caso, decidí quedarme y pelear un año más en el Campeonato 2020, que terminó siendo en dos partes (2020 y 2021) por la cuestión de la pandemia.
Y durante el 2021 salí subcampeón, con una diferencia de un punto solamente. Ahí ya sentí que era mi momento de renovarme.
¿Cuáles son tus nuevas metas entonces?
Mi nuevo proyecto es irme a otra categoría completamente distinta, la de autos tracción delantera de cuatro cilindros, que son los autos que normalmente vemos en la calle. Por ejemplo, yo voy a correr con un Volkswagen Golf.
Me voy a ir a correr a ALMA, en la categoría Nueva Generación Clase 3. Es una categoría zonal, como la F4, lo que significa que no vamos a autódromos por todo el país, aunque sí viajamos y nos movilizamos muchísimo.
¿Por dónde se suele correr en este tipo de categorías?
Dentro de las zonales, la movida se realiza en los autódromos que tenemos más cerca, como el Autódromo de La Plata y el Autódromo Gálvez. Además, durante el año, se sale de lo local algunas veces a otros lugares, que pueden ser Entre Ríos, Rosario, San Nicolás, 9 de Julio, Concepción del Uruguay, entre otros.
¿Cuáles dirías que fueron tus “grandes momentos” dentro de la F4NG?
Los grandes momentos que tuve con la F4NG son interminables. Es la primera categoría en la que empecé a correr, el lugar donde nació y se formó mi carrera.
La primera carrera en la que corrí, mi primer podio en el que gané, salir campeón…siento que cumplí todos mis objetivos y estoy muy agradecido. Lo único que me faltaría ahora, como para terminar un ciclo en la F4, sería compartir un podio con mi hermano, Dante, quien comenzó su carrera en el automovilismo hace poco y a quien voy a acompañar como mecánico en la F4, aunque yo me pase a otra categoría.
En la carrera pasada compartiste pista con tu hermano… ¿Cómo fue esa experiencia?
Compartir la pista con mi hermano fue un sueño cumplido. Siempre quise que corramos juntos.
En la última carrera, a mí se me rompió el auto en la vuelta número seis o siete y me quedé tirado en el medio de la pista. Y verlo a mi hermano ahí, con dieciséis años, peleando en el podio con gente que corre hace muchísimos años, experimentada y de buena posición, me hizo sentir una mezcla de emociones que, aún hoy, no puedo explicar. Estaba muy feliz y orgulloso por él, por su valentía, por cómo se fue abriendo camino. Fue maravilloso.
¿Cómo es el recibimiento de la gente de tu barrio? ¿Cómo ves la situación para lxs deportistas barriales del conurbano?
Es algo muy lindo, porque mucha gente de acá me sigue: Vecinos, amigos, conocidos, que les gusta el automovilismo y les emociona que alguien como yo esté en un lugar así.
En cuanto a los deportistas del conurbano, la realidad es que somos muchísimos y es difícil que, desde el gobierno o lo estatal en general, se pueda sustentar a todos en sus disciplinas. A mí, por ejemplo, me gustaría que me apoye el Municipio de Morón, porque yo soy de acá y represento a mi barrio.
La situación se da diferente, por ejemplo, con pilotos de pueblos chicos o ciudades más pequeñas, que tienen el apoyo de su lugar natal porque entienden que ese deportista está representándolos y, entonces, los ayudan económicamente. Son distintas realidades.
¿Y tu familia? ¿Cómo se toma todo esto de tu carrera, la carrera de tu hermano?
Mi familia me acompañó siempre, en todo, más allá del automovilismo. Porque a mi siempre me gustaron los deportes, hice mucha natación, vóley, competí durante algunos años, y mi familia estuvo presente en todo momento.
Gracias a ellos pude lograr todo esto y hacer lo que me gusta. El apoyo de la familia es fundamental, en todos los aspectos de la vida. Todos los domingos vienen todos a las carreras, somos un montón: mis viejos, mi hermano, mis abuelos, mi novia, amigos, primos…todos vienen a darme una mano, ver, apoyar en ese momento tan crucial.
¿Qué consejo le darías a un pibe o piba de barrio que quiere dedicarse al automovilismo de forma profesional?
Si bien sabemos que es un deporte que depende mucho de lo económico, porque uno tiene que invertir y gastar constantemente, yo le diría que arranque juntándose con gente del barrio que le gusten los autos, empezando de a poco con la cuestión de los kartings.
Con el tiempo, las oportunidades se van dando, como las carreras de invitados, los llamados a las pruebas. En esto, ser un apasionado o apasionada es clave.