La historia del río Reconquista, el delimitante geográfico más importante de Ituzaingó

La historia del río Reconquista, el delimitante geográfico más importante de Ituzaingó
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El río Reconquista, conocido anteriormente como río de las Conchas, ha sido el delimitante geográfico más relevante en la historia del partido de Ituzaingó. Este curso de agua no solo marcó límites naturales, sino que también definió el desarrollo económico, social y cultural de la región.


El río de las Conchas fue mencionado por primera vez en 1580, durante el reparto de tierras realizado por Juan de Garay. Su nombre original proviene de la abundancia de conchas, almejas y caracoles que se hallaban en sus orillas. Sin embargo, la contaminación progresiva redujo significativamente esta riqueza natural, quedando solo vestigios en sus nacientes.


En sus inicios, el río actuaba como frontera natural entre las tierras destinadas a la agricultura y las de ganadería. También representaba un obstáculo para quienes se dirigían hacia el oeste, especialmente en épocas de lluvias. Por ello, la construcción del Puente de Márquez (1771-1773) fue fundamental, convirtiéndose en un punto estratégico y en el "propio" más preciado del Cabildo de Buenos Aires durante décadas.

El río Reconquista se divide en tres tramos: la cuenca alta, desde sus nacientes hasta Paso del Rey e incluye arroyos como La Choza, Arias, Durazno, Mostaza, y Eulalia; el curso medio, desde Paso del Rey hasta su confluencia con el arroyo Morón; y el curso inferior, desde la confluencia hasta su desembocadura en el río Luján, pasando por los brazos del Tigre y el canal aliviador Guazú-Nambí.


El cruce del río se realizaba inicialmente mediante vados naturales. Sin embargo, el crecimiento de la región impulsó la construcción de diversos puentes: el Puente de Márquez (1773), declarado Lugar Histórico Nacional en 1964; el Puente del Ferrocarril (1860), diseñado por el arquitecto francés Víctor Davout; y el Puente de hierro de Paso del Rey (1890), obra del ingeniero Julio Ringuelet. Estas obras facilitaron el tránsito y el comercio, siendo testigos del crecimiento urbano e industrial de la zona.


A lo largo de la historia, el río fue conocido con diferentes denominaciones: río de las Conchas, río de Márquez y finalmente, río Reconquista. Este último nombre se oficializó en 1954, en homenaje a la Reconquista de Buenos Aires en 1806, liderada por Santiago de Liniers.


Con el tiempo, el río enfrentó graves problemas de contaminación debido al crecimiento urbano e industrial. Para mitigar los efectos de las inundaciones, en 1971 se construyó la Presa de regulación Ingeniero Carlos F. Roggero, que hoy también es un sitio de recreación.


El río Reconquista no solo es un límite geográfico, sino un testigo de la historia de Ituzaingó. Sus aguas han sido escenario de acontecimientos que marcaron el destino de la región y continúan influyendo en su identidad. A pesar de los desafíos ambientales, sigue siendo un símbolo del pasado, presente y futuro de la comunidad.

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