Los 150 años de Ituzaingó: la historia de la Plaza San Martín
Diario La Ciudad
Ya en el plano fundacional del pueblo de Santa Rosa de 1872, la actual plaza San Martín tenía la mitad de la extensión de hoy. Una plazoleta abarcaba sin solución de continuidad desde la vía exterior a Merlo hasta unos 50 metros hacia el sur. Allí, una ancha calle, naturalmente de tierra, paralela a la actual Rivadavia, cruzaba la plaza poniendo el límite a la propiedad del ferrocarril. A continuación de tal calle comenzaba el ejido municipal de la plaza, entonces sin nombre, que medía unos 100 metros por 40.
La calle antes citada era parte del camino a Merlo, y Luján. Por lo tanto la avenida Rivadavia (nombre asignado en 1929), al llegar a la actual Rondeau (entonces San Martín) se cortaba frente al predio del ferrocarril, por lo cual el desvío se efectuaba por la calle mencionada y retomaba su curso por M. Acosta (entonces Soler, antes Rivadavia). Hay fotos donde se ve un cartel indicador “Camino a Merlo” en la calle divisoria y Rondeau.
Notas publicadas en La Prensa de 1929, 1930 y años siguientes, enviadas por el corresponsal en Ituzaingó, Sr. Luis Guercio, denuncian el estado ruinoso de la plaza y el fangal de Rivadavia y Rondeau, que hacía infranqueable el paso por la falta de desagües. La foto lo confirma. Está tomada desde 24 de Octubre hacia Rivadavia, a la derecha puede verse el paredón de la quinta de Vinelli sobre Rondeau.
En la foto se ve el pésimo estado de transitabilidad de las calles, algunas de las cuales eran enlace entre poblaciones. A la salida del túnel, ya existente en la estación ferroviaria, coches de alquiler con caballos esperaban a los viajeros. Mirando hacia la estación, se veían el techado de la misma, el andén y quiosco de diarios. Tras las vías, se vislumbraba el almacén de ramos generales de Melano, y el techo del tranvía a Villa Ariza. La plazoleta perteneciente a la estación albergaba los baños, la casa del jefe y un molino. Esa vivienda luego fue trasladada al lado norte.
Los alrededores de la Plaza
Una rápida mención de las edificaciones en torno de la plaza sur nos ratifica la prioridad urbanística del norte del pueblo en 1929. Sobre la calle M. Acosta se hallaba el importante edificio de dos pisos y terraza que don Felipe Pastré había comenzado a construir en 1887, y que para esa época era el almacén de ramos generales Eduardo Pastré y Hnos.
Pasando la calle 24 de Octubre, en la esquina, se encontraba el almacén y despacho de bebidas de Rodolfo Pastré, y la vivienda de Felipe Pastré (h). Siguiendo esta arteria hacia Rondeau, un baldío donde solía asentarse una calesita; a continuación “Isolina”, casa de los Narancio, luego la vivienda de los Barrios-Coquet, la de la familia Iglesias (durante algún tiempo arrendada para el primer consultorio del Dr. Gelpi), la casa del escribano Banfi y la recordada Sarita Banfi, y la farmacia Ituzaingó y vivienda, ambas de don Luis Guercio. Recordemos que ésta fue la segunda ubicación de la primera farmacia de Ituzaingó. De allí a la esquina, baldío.
Girando por Rondeau (hacia la vía), en la esquina y casi hasta la mitad de la cuadra, la quinta de Vinelli, la casa de la familia Devos y el Cine-Teatro Ituzaingó, luego Petit Palace, que ya fue objeto de una nota anterior. Del cine hasta Rivadavia se extendía otro baldío.