Pinar de Rocha: la historia del emblemático boliche de Ramos Mejía que no le teme al paso del tiempo
Santiago Menu
Las décadas pasan y las costumbres también. Las actividades de ocio realizadas por las juventudes no son las mismas que en la década del 80 o el 90 y, en gran medida, esto se produce en función del avance de la tecnología. Sin embargo, los boliches parecerían mantenerse de moda ya que convocan todos los fines de semanas a millones de personas. En la zona oeste de la provincia de Buenos Aires, se encuentra un establecimiento que se convirtió en una insignia al interior del conurbano bonaerense: Pinar de Rocha. Este club bailable que abrió sus puertas hace más de 50 años se establece como el punto de encuentro para amig@s, parejas y hasta incluso familiares quienes desean pasar un momento de pura felicidad.
En el límite entre las localidades de Ramos Mejía y Morón, se ubica esta casona antigua que le perteneció desde su construcción en 1880 a Dardo Rocha, gobernador de la provincia de Buenos Aires por aquel entonces y fundador de ciudades de mucha relevancia como La Plata, Necochea, Pehuajó y Tres Arroyos. Rodeada por completa de pinos, antes de que pase a manos de su actual dueño, la residencia mantuvo por años su perfecto estado original y en la actualidad conserva enormes macetones de época y unas fuentes traídas desde España en el siglo XVIII.
En 1969, Daniel Bellini adquirió los derechos de la propiedad e inauguró un club bailable en el que homenajeó al reconocido político, junto con uno de los árboles más característicos de la zona. En la actualidad, ocupa una manzana entera del partido y posee tres pistas bailables con diferentes ritmos.
La programación que ofrece y ofreció Pinar de Rocha a lo largo de su historia es muy abierta y diversa, a tal punto de que artistas de la talla de Julio Iglesias hasta Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota tuvieron la posibilidad de tocar en este recinto mítico para la música popular. Hoy en día, las bandas más representativas de la cumbia se suben al escenario los fines de semana.
Pinar de Rocha se ha convertido en un emblema del barrio. ¿Quién no atravesó algún momento de felicidad o de tristeza en este club nocturno? Los boliches instalados en el conurbano bonaerense parecerían no pasar de moda al calor de la demanda de las juventudes. Mientras que esto suceda, el local abrirá por muchos años más sus puertas y espera acobijar a las nuevas generaciones.