Un dato que no muchos sabían: Morón posee la plaza más pequeña de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires
Santiago Menu
En el barrio de Haedo y con el objetivo de aprovechar la fracción sobrante de las calles América, Caseros y Llavallol, se ordenó la construcción de una plaza en forma triangular
Con la llegada de la pandemia, las sociedades revalorizaron los espacios públicos. Frente a la necesidad de salir de las casas en medio del confinamiento, las plazas se convirtieron en el lugar predilecto para las familias, a tal punto de que muchos encuentros con amig@s u otros parientes se produjeron en estos lugares. Pese al paso del tiempo, son muchas las personas que se acercan a los parques a realizar diferentes actividades. El municipio de Morón cuenta con muchos sitios verdes emblemáticos, aunque lo que muy pocos sabían es que tiene al interior de su localidad la plaza más pequeña de toda la zona oeste de la provincia de Buenos Aires: la Plaza de la Democracia.
En el barrio de Haedo y con el objetivo de aprovechar la fracción sobrante de las calles América, Caseros y Llavallol, se ordenó la construcción de una plaza en forma triangular que se ha convertido en un emblema del conurbano. Más allá de que, producto de sus dimensiones, es difícil realizar diferentes actividades, much@s vecin@s la tienen como una referencia en el municipio.
Su nombre, como así tampoco su ubicación, son casuales. La denominación de Plaza de la Democracia, que fue concretada en el año 2016, busca reafirmar la visibilización del sistema democrático de gobierno, en contraposición a los procesos dictatoriales que vivió la Argentina en el pasado.
El municipio de Morón tiene algunas historias en común con los golpes de estado que se presentaron en el país durante el siglo XX. Luego de que grupos militares hayan inyectado del poder a Hipólito Yrigoyen, la localidad pasó a llamarse 6 de septiembre en homenaje al día en que este suceso ocurrió.
Como si esto fuera poco, la plaza más pequeña que se puede reconocer al interior de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires se encuentra en frente de lo que fue la mansión de Manuel Fresco, uno de los grandes impulsores de las primeras columnas de personas que iniciaron aquel golpe.
No caben dudas de que el conurbano bonaerense ofrece lugares muy particulares. La Plaza de la Democracia, además de establecerse como el espacio público más chico en dimensiones, permite volver a repasar una historia que parecería entrar en el olvido para algunos sectores de la sociedad. Los pueblos necesitan recuperar banderas del pasado para repensar un futuro mejor.