Desiré, la tradicional heladería de Ituzaingó que experimenta con sabores poco comunes

Desiré, la tradicional heladería de Ituzaingó que experimenta con sabores poco comunes
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Nutella, Lemon Pie, Sambayon al Málaga y Vainilla Crunch son algunos de los sabores que más sorprenden a los clientes de la heladería Desiré, un establecimiento que nació en Ituzaingó en 1986 y que de a poco acaparó por completo los paladares de cada vez más seguidores de las cremas heladas. Los secretos de la preparación de este producto muy consumido por l@s argentin@s se mantiene bajo siete llaves en este establecimiento tan popular en el conurbano bonaerense. Es por esta razón que vale la pena detenerse un momento a narrar la historia de un lugar que sueña con poder agigantar aún más su leyenda y extenderse con el paso de los años.

Juan Alberto Jackiewicz decidió abrir un pequeño local ubicado entre las calles Juncal y Olazábal un 10 de enero de 1986, aunque nunca creyó que más de tres décadas después su proyecto se mantendría firme. En la actualidad, algunos familiares directos son los que continúan con la atención.

Al parecer, uno de los grandes secretos de Heladerías Desiré tiene que ver con el aporte de varios productos provenientes de Italia. A su vez, poseen diferentes técnicas para mantener los helados en buenas condiciones a partir de la regulación de la temperatura de sus cámaras de congelación. Los mostradores se encuentran a -18 grados, lo que permite mantener el sabor por mucho tiempo.

Actualmente, este local ofrece un total de 65 gustos a sus clientes, aunque muchos de ellos aseguran que el mejor de todos es el dulce de leche goloso, un helado que además de ofrecer este tradicional postre argentino en su forma de repostero, trae consigo bombones de chocolate.

Antes de desempeñarse en el universo de las cremas heladas, Juan Alberto Jackiewicz se trasladó hasta Puerto Deseado, Santa Cruz y allí se desarrolló como administrador en un hotel con el objetivo claro de obtener el dinero necesario para abrir su propio negocio. Es por esta razón que decidió colocarle el nombre “Desiré” a su local como forma de recordar estos tiempos de esfuerzo. En inglés, esta palabra significa deseo, lo que marca a las claras la pasión de este hombre por los helados.

Es una de las paradas obligadas para tod@s aquell@s que deseen conocer en profundidad a Ituzaingó. Heladería Desiré ha marcado una época, aunque tiene intenciones de consolidarse con el paso de los años. Con una historia ligada a este producto, los clientes disfrutan en el paladar las especialidades que ofrecen.

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