El nombre de las facturas en Argentina, un legado del Anarquismo
Diario La Ciudad
En enero de 1895, el gremio de los panaderos llevó a cabo una huelga general por tiempo indeterminado, exigiendo la abolición del trabajo nocturno. La medida de fuerza afectó a gran parte de las cinco mil panaderías de Buenos Aires. El 4 de enero, tres días después de iniciada la huelga, se sumaron los repartidores de pan. Al día siguiente, el reclamo se expandió a las ciudades de La Plata, Mercedes, San Nicolás, Rosario y Santa Fe.
La huelga llegó a su fin el 11 de enero por falta de cohesión interna del gremio. Ciento cincuenta panaderías habían optado por el horario diurno y ya no tenía sentido mantener el reclamo. Sin embargo, los anarquistas, en su mayoría gallegos, eran el núcleo más duro dentro del gremio e impulsaban la continuación de la huelga. Pese a que su opinión no fue tenida en cuenta, se “expresaron” de una singular manera tiempo después. Bautizaron a los productos que elaboraban de manera burlona y blasfema hacia las instituciones “enemigas” y así fue como nacieron los nombres de las actuales facturas que aun hoy se usan en gran parte del País:
Los significados
- Sacramentos: Su nombre es una crítica a la Iglesia católica.
- Bolas de fraile: Los panaderos les pusieron ese nombre para ironizar sobre los curas.
- Bombas: Son una burla directa contra el Ejército.
- Cañoncitos: Hacen alusión a los cañones del Ejército.
- Vigilantes: Su nombre es una burla directa a la fuerza policial.
- Libritos: Con su forma, hacen referencia a la educación.
- Cremonas: Se asemejan a una fila pegada de letras A, símbolo del anarquismo.
Anarquismo y Panaderos en Argentina
El anarquismo con ideas humanistas, priorizan la actividad sindical, oponiéndose a los partidos políticos y a su consecuencia natural: los gobiernos. Ven en la religión un enemigo que justifica el poder terrenal de la burguesía. Son pioneros en la defensa del voto femenino. Luchan contra la trata de blancas, a favor de la legalización del divorcio, el aumento del presupuesto educativo y la jornada de ocho horas.
Proponen una sociedad de libertades individuales, sin poder político partidario, basado en la ayuda mutua y cooperación voluntaria. Apuestan por una organización horizontal.
Entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, el movimiento anarquista seguía los ideales teóricos modernos del italiano Ernico Malatesta (1853-1932).
Fugado de Italia; vino a nuestro país recorriendo la Argentina, ayudó a organizar varias asociaciones sindicales; junto a Errico Ferrer organizó la primera huelga del sindicato de panaderos de la Argentina, que duró diez días.
En 1887, se creó en Buenos Aires una organización laboral la “Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos”. EL sindicato editó por varias décadas el periódico “El Obrero Panadero”.
El sindicato de panaderos fue conducido por dirigentes anarquistas por varias décadas.