La historia de Carlos de Cabo, el ituzainguense que restaura de carruajes antiguos
Enzo Resino
Se lo puede ver con frecuencia a Carlos de Cabo, rodeado de carruajes y herramientas, trabajando en su taller ubicado en Ituzaingó Norte. Hasta allí se acercó el móvil de Radio Kamikaze para charlar con este vecino y conocer todo acerca de su trabajo, en el cual pone toda su pasión y dedicación para restaurar y reparar los antiguos carruajes que antes recorrían las calles de nuestro país.
Este vecino, que tiene una formación como Técnico Mecánico, fue adquiriendo con los años el manejo de diferentes herramientas. “Por otro lado, tenía tíos acá en el centro de Ituzaingó que eran buenos ebanistas y carpinteros”, comentó Carlos. Este recuerda que de chico iba a los talleres “y ahí un poco aprendí jugando”. “Con el tiempo me di cuenta que apliqué muchos conocimientos y muchas técnicas que me enseñaron ellos”, agregó. Toda esa historia familia, sumado a la pasión por estos históricos vehículos, lo llevaron a Carlos de Cabo a dedicarse a la restauración y reparación de carruajes antiguos.
En el parque de su taller en Ituzaingó puede verse un carruaje coupé, termino que viene del francés y significa “cortado”. “Este coche -que se utilizó a finales del siglo XIX en Buenos Aires- lo restauré yo hace unos 20 años, ahora cambia de dueño y vinieron a hacerle unos retoques”, comentó. La obra restaurada por Carlos cuenta con faroles que son replicas “exactamente iguales a los que tenía” que son hechas por su hermano, quien realiza dicho trabajo a mano con tornos de repujar. Al interior de los faroles se encuentra un baño de plata para que refleje la vela, la cual va insertada “en un tubo que tiene abajo, con un resorte que a medida que se consumía, el resorte la iba levantando”, detalló el vecino de Ituzaingó.
Restaurar un carruaje, dependiendo de las condiciones en las que llega al taller, suele tardar “entre tres meses y un año”. También pude ocurrir que directamente haya que realizar una reconstrucción “y eso lleva mucho tiempo más”, señaló Carlos de Cabo. La restauración y reparación de carruajes “es paciencia pura” siendo esta una tarea a la que “hay que dedicarle mucho tiempo y dedicación”, destacó durante la entrevista.