La historia del transporte público en Ituzaingó
Santiago Menu
La historia del transporte público en Ituzaingó comienza con un pintoresco sistema de taxis tirados por caballos que atendían las necesidades locales. Inicialmente, los coches eran conducidos por José, Natalio y Antonio Barbieri, Pedro Orga, Domingo Piparola, Félix Rossi, Pedro Basterretche, Jacinto Cassir, y otros pioneros. Estos cocheros cumplían un rol esencial en la movilidad de la comunidad y su dedicación quedó registrada en el periódico local de 1914, donde se mencionaba su contribución.
Con el tiempo, Ituzaingó avanzó hacia el transporte motorizado, y en 1938, la Línea 6 de colectivos comenzó a cubrir la ruta estación Ituzaingó-Villa León, beneficiando especialmente a l@s emplead@s de la Papelera Ipasa, gracias a un subsidio de su propietario, Alonso. La línea enfrentaba desafíos: en días soleados, los pasajeros preferían caminar, así que en días lluviosos el colectivo no circulaba. Juan Andrés Mourguy relata que Rossi, el dueño, respondía en esos casos: “¡Ahora también vayan a pie!”.
En paralelo, la Línea Villa Ariza-Castelar fue inaugurada en 1933, conectando a Villa Ariza y Castelar bajo la concesión de Ramón Querel. Este recorrido de diez centavos fue operado inicialmente con un solo vehículo y varios conductores que se turnaban, convirtiéndose en un trayecto clave para l@s habitantes del área.
La Línea 216, que cubría Villa Ariza, estación Castelar y Morón, se implementó en 1944 luego de una intensa campaña. Este colectivo se convirtió rápidamente en un símbolo de conectividad local, con una tarifa accesible que permitía a l@s residentes desplazarse de forma económica y directa.
En 1949, la creación del camino Castelar-Moreno dio paso a una extensión de la Línea 216, conocida como la Línea 269. Este nuevo ramal era identificado por su distintivo color verde y popularmente apodado “Saratoga” en referencia a una marca de cigarrillos. En su inauguración, el intendente César Albistur Villegas tuvo el honor de conducir un tramo, marcando un hito en la historia de transporte de Ituzaingó.
A principios del siglo XX, Ituzaingó también contaba con una línea de tranvía que conectaba la estación con Villa Ariza, un área que entonces se encontraba en pleno desarrollo. Este tranvía, inicialmente impulsado por caballos y luego adaptado con un motor Ford, brindó un servicio esencial hasta 1937, cuando fue reemplazado por una línea de colectivos. Parte de las antiguas vías todavía pueden observarse en Olavarría y José María Paz, preservando el recuerdo de aquellos tiempos.
Esta historia de evolución del transporte en Ituzaingó refleja los esfuerzos de una comunidad que, con dedicación y anécdotas únicas, sentó las bases para la movilidad local, permitiendo que el municipio se mantuviera siempre en movimiento y en crecimiento.