Las “Damas de Rosa”, las mujeres de Hurlingham que realizan tareas voluntarias hace más de 50 años
Por los pasillos del Hospital Municipal San Bernardino, uno de los centros más emblemáticos del partido de Hurlingham, es usual visualizar su impoluto traje rosa que las diferencia de los médicos y su caminata por las diferentes salas con el objetivo claro de contribuir con l@s pacientes. Más allá de que no tienen un rol definido, buscan por todos los medios ayudar a que la salud pública mejore. Se tratan de las reconocidas “Damas de Rosa”, un grupo de mujeres que hace más de 50 años que mantiene intacto su compromiso de construir un mundo más justo. Luego de algunas situaciones conflictivas que les tocó atravesar con las autoridades del nosocomio en 2021, resulta interesante conocer algunos detalles sorprendentes de una historia dedicada por completo al servicio voluntario.
Pese a que la fecha de la fundación de la organización a nivel nacional data de 1959, recién en 1965 comenzó a entrar en funcionamiento al interior del municipio de Hurlingham, producto del impulso de Claudia Azevedo. Esta persona tomó la determinación de crear un Servicio de Voluntarias del popularmente conocido “Hospitalito”, ubicado en la calle Germán Argerich 1650.
Entre las actividades que realizan a diario, se encargan de ejecutar diferentes tipos de trámites, organizar eventos solidarios para juntar dinero para el hospital y donar elementos necesarios para el desarrollo de los diferentes centros de salud que componen al barrio.
Muchas familias que asisten a este espacio les expresan a las mujeres su agradecimiento por el trabajo desarrollado, ya que agilizaron por completo su estadía en el Hospital Municipal San Bernardino. No caben dudas de que su apoyo es fundamental para transitar el día a día de una manera más eficiente.
Una de las grandes polémicas que se generaron en torno a las “Damas de Rosa” se dio en diciembre del 2021, cuando las autoridades del hospital tomaron la determinación de desplazarlas de su rol sin ningún tipo de explicación concreta. Luego de un reclamo constante por parte de l@s vecin@s del municipio de Hurlingham, estas mujeres recuperaron su protagonismo al interior de la comunidad y, pese al poco reconocimiento que reciben por parte del estado, continúan hasta el día de la fecha con su trabajo diario. Su mente está puesta mejorar las condiciones en las cuales se atienden cada una de las personas que apuestan por la salud pública.
