Mama Antula: la primera santa argentina
Micaela Minelli
“Nos dimos cuenta de que no habíamos escuchado lo suficiente la voz de las mujeres en la Iglesia y que la Iglesia todavía tiene mucho que aprender de ellas.” afirma el Papa Francisco en el prefacio de su libro «¿Desmasculinizar la Iglesia? Comparación crítica sobre los "principios" de Hans Urs von Balthasar»
Nadie puede acusar al Sumo Pontífice de ser un feminista radical, sin embargo hay lógicas que empiezan a cuestionarse hasta en los sectores más conservadores y ortodoxos.
Este fin de semana se celebró en el Vaticano la consagración de “Mama Antula” como santa de la Iglesia católica, convirtiéndose en la primera santa argentina. Estuvo presente el Presidente de la Nación, Javier Milei quien luego debió retractarse por sus dichos sobre el Papa.
¿Quién fue Mama Antula?
Algunos leen a este personaje como “feminista” porque en su época, siglo XVIII, las mujeres estaban confinadas a casarse o elegir los votos religiosos, no leían ni escribían y mucho menos salían al mundo sin la compañía de un hombre y Mama Antula desafió las convenciones de su tiempo rebelándose a estos mandatos.
Escribió cartas que, dicen quienes la pregonan, la convirtieron en la primera escritora del Río de La Plata. Peregrinó por todo el actual territorio del NOA argentino llevando “la palabra de Dios”. Luego de más de dos siglos de su muerte es reconocida por la Institución Católica como la primera santa argentina.
Un mensaje para las mujeres católicas
No es que el Papa se haya vuelto feminista, es que las religiones de todo el mundo empiezan a verse afectadas en sus valores cuando se basan en reproducir estereotipos que adoctrinan la vida y la libertad de las mujeres reduciéndolas a “vírgenes”, “santas” o “madres”.
“Es necesario escucharnos unos a otros para "desmasculinizar" la Iglesia, porque la Iglesia es una comunión de hombres y mujeres que comparten la misma fe y la misma dignidad bautismal.”, dice Francisco en el libro que se citó anteriormente.
Se necesitaron 4 olas feministas para que la iglesia católica note que las mujeres también son personas que pueden pregonar la fe, servir a la iglesia y ser reconocidas en su labor. Si bien en las jerarquías eclesiásticas aún es imposible pensar en un Papa mujer y es excéntrico encontrar obispas o sacerdotas, es un comienzo el reconocer que hubo también mujeres que entregaron su vida a un credo.
“Escuchando verdaderamente a las mujeres, los hombres escuchamos a alguien que ve la realidad desde otra perspectiva y así nos vemos llevados a revisar nuestros proyectos, nuestras prioridades.”
En este fragmento el Papa admite la mirada androcentrista de la iglesia católica al ser concebida bajo la mirada masculina, que a su vez, ha sido impuesta como tal a los territorios evangelizados y por ende reproducidos hasta el presente en sus doctrinas patriarcales.
“A veces lo que escuchamos es tan nuevo, tan diferente a nuestra forma de pensar y de ver, que nos parece absurdo y nos sentimos intimidados. Pero esta desorientación es saludable, nos hace crecer.” reflexiona finalmente Francisco sobre el rol de las mujeres y su derecho a existir, opinar y por qué no, crear religiones.