Rompiendo estereotipos: Cómo es la valijita “Julián Papá” que acerca a los niños al ejercicio de la paternidad
Melina Alderete
La reconocida marca de valijas de juguete lanzó al mercado una opción para que los varones jueguen a ser padres.
“Juliana Mamá fue nuestra primera valija y, así como fue una propuesta innovadora en su momento, ahora (muchos años y muchas valijitas después) presentamos el primer juego argentino pensado para que los niños varones puedan jugar a ser padres”. Así anunciaba la empresa El Mundo de Juliana el lanzamiento de la valijita “Julián Papá”, el juguete que llegó para romper estereotipos y apostar por infancias más sanas, libres de prejuicios.
Hasta la llegada de la nueva valijita destinada a los niños, la empresa que lleva ya más de tres décadas en la industria nacional, se dedicó a la realización de muñecas y diversos kits que le proponían a un público infantil femenino distintos roles y aventuras. Más allá de la maternidad, el catálogo de valijitas Juliana se fue ampliando con los años, llegando a cubrir ciertos oficios como veterinaria, tatuadora, doctora y estilista.
Este año, El Mundo de Juliana decidió ir por más y se atrevió a descubrir nuevos horizontes, integrando a los niños varones a un espacio de juegos que anteriormente estaba reservado sólo para las niñas.
“Juliana cree que el juego es la forma más sincera de aprender, descubrir y crecer. Donde no hay límites, donde los miedos y las barreras se derrumban. Es por eso que propone un mundo de diversión, donde se incentiva los deseos y sueños de cada niño, para que cada uno sea lo que quiere ser”, afirmaron desde la compañía argentina.
Dentro del kit de “Julián Papá”, los niños van a poder encontrar distintos elementos para el cuidado de un bebé, un peine, un cepillo, un pañal, una talquera, una mamadera y un sonajero, entre otros objetos.
El nuevo juguete de El Mundo de Juliana aspira a una naturalización de la relación entre las tareas de cuidado y los varones, desde una edad temprana. Además, implica un primer acercamiento a las responsabilidades compartidas durante la crianza, lo que facilitaría la sociabilización y mejoraría el trato entre los niños y las niñas al momento del juego.