Una historia poca conocida: el día que Walt Disney visitó Paso del Rey
Santiago Menu
Walt Disney es uno de los hombres más relevantes en la historia de las producciones audiovisuales. Su importancia es crucial a la hora de pensar en las películas que se pueden ver en la actualidad en los diferentes cines tanto de nuestro país como así también alrededor del planeta. Más allá de que las historias en torno a este personaje son conocidas por grandes como por chi@s, lo que muy pocos sabían es que llegó en una oportunidad a una residencia instalada en lo que hoy se conoce como el municipio de Moreno. Es por esta razón que desde Diario La Ciudad relataremos algunos detalles sorprendentes que prometen impactar en la esfera pública.
En el año 1941, a partir de una iniciativa presentada por el gobierno de los Estados Unidos de poder conocer un poco más acerca de la cultura latinoamericana, Walt Disney intentó seguir los pasos del reconocido pintor argentino Molina Campos.
Además de conocer en primera persona a uno de los hombres más relevantes de la cultura popular nacional, la idea de este personaje era que sus trabajos puedan ser expuestos en cada vez más lugares del planeta y este continente resulto ser crucial.
Más allá de que por aquel entonces el artista se encontraba en Norteamérica, Disney visitó a su esposa María Elvira Ponce en su rancho “Los Estribos”, a orillas del Río Reconquista en el actual Paso del Rey, partido de Moreno. Su propósito central era convencerlo de sumarse a sus proyectos audiovisuales.
Durante esta visita que no fue tan extendida, algunos relatos señalan que se disfrazó de gaucho, probó el mate y hasta incluso tuvo tiempo de degustar del asado. A su lado se encontraron en todo momento el embajador de los Estados Unidos y su gran staff de dibujantes.
Cabe destacar que Molina Campos finalmente aceptó la propuesta de Walt Disney en 1942 y asesoró a Walt Disney en tres películas. No obstante, a partir del contexto internacional que se vivía en Estados Unidos en relación a la guerra, su participación no duró demasiado tiempo y regresó a sus pagos en Moreno.
Esta historia, como la de muchas otras que se pueden narrar en el distrito, marcan a las claras el estilo de vida y las costumbres que tenían nuestros antepasados. Resulta sumamente interesante recuperar buena parte de los relatos que conformaron la cultura popular de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires para poder trasmitirlas a las nuevas generaciones de vecin@s.