Villa Udaondo: La Escuela Secundaria N°8 llevará el nombre de una joven detenida desaparecida del barrio
Diario La Ciudad
El jueves 30 de noviembre a partir de las 9 de la mañana, se llevará el acto de imposición del nombre de Sonia Von Schmeling a la Escuela Secundaria N° 8 ubicada en la calle Del Cabestro esquina Lorenzo Caro en Villa Udaondo.
Sonia vuelve al Barrio
Sonia. con solo 16 años, fue una víctima del terrorismo de Estado durante la última dictadura genocida cívico-militar, actualmente sigue desaparecida junto a su padre Hermann Von Schmeling. Al momento de su secuestro Sonia pertenecía a la Unión de Estudiantes Secundarios y su padre, un muy activo fomentista, había sido el Presidente de la Sociedad de Fomento “La Tradición”
El primer secuestro de Hermann, el padre de Sonia, se produce el 8 de octubre de 1976, detenido y torturado en la comisaría tercera de Castelar, es liberado unas semanas más tarde, al momento de ingresar a su domicilio el menor de sus hijos, de apenas seis años de edad, reconoce a su padre por su voz, pero no logra asociarlo a su imagen debido al estado que presentaba producto del encierro y la tortura. Así lo recuerda hoy en día Hermi en momentos de brindar su testimonio en la causa judicial que se inicia en el 2015 por la desaparición de su padre y de su hermana.
Luego de este primer secuestro la familia se muda a la zona norte del conurbano bonaerense, el matrimonio Hermann y Elena, junto a sus cuatro hijos, Sonia (16), Marcelo (12), Hingrid (10) Hermann (7) habían vislumbrado la posibilidad de abandonar el país, pero fue su esposa la que lo convenció de quedarse debido a la corta edad de sus cuatro hijos.
Como fue el secuestro de Sonia
Transcurrido aproximadamente un año, el 17 de septiembre del 77, una patota se apareció en Villa Udaondo para buscar a Sonia, por su activa participación en el movimiento estudiantil y político de la juventud peronista, al no encontrarla ubicaron la casa en Olivos donde se había mudado la familia y el 28 de septiembre, entre las once y las once y media de la noche irrumpen en el domicilio de Sonia, hombres que dicen ser de las “fuerzas de seguridad” para llevársela, supuestamente, para realizarle un interrogatorio.
Elena embarazada de ocho meses le implora a quien tenía la voz cantante del grupo de tarea, que le permitan acompañar a su hija Sonia, por lo que el Jefe le ordena a su esposo “cálmela, o la llevamos a ella también”, sin ninguna alternativa posible Hermann le dice a su mujer, “Elena vamos a tener que confiar en esta gente”. De esta manera se evitó la desaparición también de Elena y de su hija Heidi que nació un mes después.
Pasado un mes, el 15 de noviembre, se produce el segundo y definitivo secuestro del padre de Sonia, en tránsito hacia su trabajo en el Partido de Tres de Febrero, por testimonios de sobrevivientes se sabe que estuvo detenido ilegalmente en la Brigada de San Justo en la que desaparecieron más de una treintena de personas.
Este jueves, Sonia vuelve definitivamente a su querido Barrio, lo hace de la mano de su padre Hermann, por decisión de la comunidad educativa de la Escuela Secundario N°8, que votación mediante, impone su nombre a la Institución educativa, reconocida mediante la Resolución de la Dirección General de Escuela de la Provincia de Buenos Aires número 1973, en el año de la Democracia Argentina.
A Sonia la acompañan todos sus compañeros y compañeras que supieron resistir en la adversidad, los sobrevivientes, los que reivindicamos su lucha y su entrega, aún en estos momentos de desazón por el resultado electoral del pasado domingo 19 de noviembre, en el cual triunfa una agrupación política que niega los crímenes de lesa humanidad perpetrados por el Estado durante la Dictadura.
Me la imagino a Sonia con el temple y el optimismo que siempre tuvo Elena Greus de Von Schmeling, su madre, con el sentimiento de solidaridad de su padre Hermann Von Schmeling, con la formación política de su hermano Marcelo Von Schmeling, con la nobleza de su hermana Hingrid Von Schmeling, con el temple y la formación intelectual de su hermanito Hermann (Hermi) Von Schmeling y con la alegría de vivir que posee su hermanita a la que no pudo conocer Heidi Von Schmeling.
Este jueves va a ser un día de alegría, de recuerdos, de homenaje y de seguir reclamando Memoria, Verdad y Justicia.
Por el Prof. Ruben Magliotti