Villa Udaondo: recapturaron a un preso que se había fugado hace 10 años
Diario La Ciudad
Se trata de Daniel Carduz, hoy de 40 años de edad, pero que el 24 de octubre del 2013 se había escapado de la fiscalía 2 de Ituzaingó tras tomar a trompadas a un instructor judicial y apuñalar al guardia de seguridad que lo vigilaba en la audiencia por una indagatoria.
Pasaron 10 años, hasta que Carduz volvió a delinquir otra vez. El hecho fue ayer a la 1 de la madrugada en Las Cabañas, cuando el “recapturado” estaba con una chica frente a una casa con la intención de robarse una moto Honda 250 estacionada en la vereda.
El dueño de la casa al ver la maniobra delictiva cuando se estaba bañando, les gritó “que hacen ahí” y los delincuentes escaparon sin lograr el robo. El hombre salió de la casa y los siguió para atraparlos, y a unos 300 metros pasaba un patrullero del Comando de Patrullas de Ituzaingó que efectuó la detención de Carduz.
Otra vez vuelve a la misma fiscalía:
El detenido estuvo esta mañana en la misma fiscalía de la que había escapado, pero estaba bien custodiado para que no pase lo mismo que en el 2013. El vocero le contó a La Ciudad que, el detenido se negó a declarar y fue llevado a la sede policial para su resguardo.
Carduz, en aquella fuga:
“Me voy a la mierda, dijo delante de la fiscal, el defensor oficial y un policía de custodia. En ese momento, sacó una faca de 10 centímetros y amenazó con matar a todos. Hirió con cortes y golpes al efectivo y se escpó.
El violento episodio ocurrió en la Unidad Fiscal de Instrucción 2 de Ituzaingó hace 10 años, cuando era notificado por otros cuatro hechos de robos con abuso de armas de fuego que se sumaban a otros dos casos similares. En aquel momento, se encontraba alojado en la comisaría primera del distrito.
Carduz fue trasladado desde la seccional por dos efectivos de la División de Custodia y Traslados. Uno de los efectivos se quedó en el despacho de la fiscal, junto a una secretaria y el defensor oficial del imputado.
Los funcionarios de la fiscalía trataron de protegerse como pudieron, mientras el delincuente tomó de rehén al policía rodeándole el cuello con un brazo y lo amenazaba con el arma para cubrir la fuga. Desde ese día nada se supo de Carduz, hasta hoy.
Por Ramón González