Adriana Bravo, la vecina de Tres de Febrero que se convirtió en la primera vicepresidenta en la historia de Boca
Santiago Menu
El fútbol es una pasión de multitudes y en la Argentina más aún. Son millones las personas que asisten a las canchas o incluso siguen las acciones de sus equipos favoritos a través de la televisión. En los últimos años, este deporte tan popular fue abriéndose e incorporó a cada vez más mujeres. No solamente el fútbol femenino tuvo una importante expansión, sino que los puestos dirigenciales también le dieron paso a las nuevas camadas. En este contexto, hace tan solo un año, Adriana Bravo se convirtió en la primera mujer en la historia en ocupar el cargo de vicepresidenta de una institución tan importante en nuestro país como lo es Boca Juniors.
Adriana Bravo nació hace 40 años en San Martín, aunque desde que es muy pequeña reside en Pablo Podestá, un barrio perteneciente a la municipalidad de Tres de Febrero. Prácticamente desde la cuna, pudo absorber todo el amor por la institución de la Ribera trasmitido por parte de sus padres.
Una vez que terminó sus estudios secundarios, decidió volcarse por el diseño gráfico y la organización de eventos, aunque su actividad laboral se basa actualmente en el desarrollo de una fábrica de pastas ubicada en el partido. Hoy en día, buena parte de su vida transcurre en su tan amada Bombonera.
De a poco, fue involucrándose en la política partidaria de Boca, algo complejo por su condición de mujer. Junto a vari@s vecin@s de Tres de Febrero, inauguraron una filial de Boca y consolidaron un espacio dedicado al xeneize. En 2019, se integró al club como la titular del Departamento de Inclusión e Igualdad con el claro objetivo de abrir el paso a las mujeres que quieran participar en la institución.
Sin embargo, su punto de inflexión se dio el 16 de marzo de 2022 cuando Jorge Amor Ameal, presidente de la institución, la nombró como vicepresidenta. Desde aquel entonces, acompañada por Juan Román Riquelme, se encarga de manejar los hilos de este club tan relevante.
No caben dudas de que las sociedades avanzan y modifican por completo patrones establecidos durante largas décadas. Adriana Bravo, una vecina de Tres de Febrero que lleva a Boca en su sangre, tiene intenciones de trabajar para que el mundo del fútbol sea un espacio cada vez más amplio y diverso. Falta todavía para que esto se concrete, aunque ya hay un camino en marcha.