Antonio Gasalla, la historia del hombre nacido en Ramos Mejía que conquistó al espectáculo nacional
Santiago Menu
¿Quién no recuerda sus grandes presentaciones de la mano de Susana Giménez o sus maravillosas interpretaciones en los teatros más relevantes de la calle Corrientes? Antonio Gasalla se transformó en un ícono para el universo del humor argentino, a tal punto de que muchos referentes de la actualidad lo consideran como una leyenda viviente. A sus 81 años, el actor tomó la determinación de ponerle fin a su trayectoria profesional y comenzar a disfrutar de las mieles de su éxito. Para contar su carrera es necesario aclarar que buena parte de su infancia transcurrió en Ramos Mejía, partido de La Matanza. Fue allí donde comenzó a soñar con hacerse presente en los escenarios más importantes.
Antonio Gasalla nació en esta ciudad un 9 de marzo de 1941. Proveniente de una familia muy estricta, el famoso sostuvo en varias oportunidades que su formación se dio en el marco de una “casa y una época donde el niño no tenía voz ni voto”. No obstante, nada le impediría cumplir con sus deseos.
De acuerdo a algunos relatos, este hombre era un fanático de las películas, a tal punto de que asistía casi de manera habitual a los cines de barrio para poder apreciar de cerca diferentes producciones. Alrededor de 40 proyecciones por mes presenciaba el humorista y todo este bagaje fue clave para su posterior carrera en el ambiente.
Una vez que Antonio Gasalla culminó sus estudios secundarios, sus familiares lo obligaron a comenzar a emprender camino en tres áreas completamente diferentes: ciencias económicas, bioquímica y odontología. Pese a haber optado por esta última, decidió anotarse en secreto la Escuela Nacional de Arte Dramático. Su padre no estaba de acuerdo con esta determinación y con la poca ayuda que recibía en materia económica de su madre, pudo iniciar su largo camino en este universo con la asistencia constante de Carlos Perciavalle, uno de sus grandes amigos en el ambiente.
Su punto de gloria se dio en 1985 al protagonizar la exitosa película argentina “Esperando la carroza”. Desde aquel momento, su participación tanto en el plano de los espectáculos teatrales como así también de la televisión se extendieron por completo y superaron todo tipo de barrera. La historia de Antonio Gasalla no puede ser contada sin tener en cuenta sus inicios en Ramos Mejía, el lugar en el cual creció y comenzó con su amor por el arte escénico. A sus 81 años y ya lejos de los flashes, su nombre quedará marcado para siempre al interior del espectáculo nacional.