Compró con tarjeta un juego en una Play robada y lo allanaron: tenía un arsenal
Estaba a solo 2 cuadras de la víctima. Tenía cinco armas, más de 200 municiones, un kilo y medio de marihuana y un auto con numeración adulterada
Un hombre de 34 años fue detenido tras comprar un videojuego con su propia tarjeta desde una PlayStation que había sido robada el día anterior. Ese descuido permitió identificarlo y, tras allanar su casa, la policía descubrió mucho más: tenía cinco armas de fuego, más de 200 municiones, un kilo y medio de marihuana y un Renault Sandero con la numeración suprimida.
El pasado 8 de mayo, un vecino denunció que, forzando una ventana trasera, habían ingresado a su vivienda, ubicada sobre la calle Bernal, en Libertad, y se habían llevado su consola PlayStation 5.
La investigación dio un giro inesperado al día siguiente, cuando la víctima recibió una notificación que indicaba que se había comprado un videojuego desde su consola, utilizando una tarjeta que no le pertenecía.
A partir de esa pista, las autoridades lograron identificar al titular de la tarjeta: un ciudadano paraguayo de 34 años, domiciliado a tan solo dos cuadras del lugar del robo, sobre la calle Boulogne Sur Mer al 1700.
La UFI N°3 ordenó un allanamiento en su vivienda, donde se recuperaron los objetos robados: la PlayStation 5, dos controles, una base de carga y el juego Mortal Kombat 11.
Sin embargo, durante el operativo se encontraron también otros elementos de mayor gravedad: una escopeta calibre 16; dos pistolas calibre .22 (una de ellas con pedido de secuestro desde 1992 en La Matanza); una pistola 9 mm con la numeración suprimida; una ametralladora de aire comprimido; y un total de 218 municiones de distintos calibres.
Además, se secuestró un Renault Sandero que estaba estacionado en el domicilio. Si bien la patente no tenía pedido de secuestro, el motor y el chasis presentaban la numeración suprimida.
Por último, se halló un kilo y medio de marihuana distribuido en bolsas de nylon y frascos. Por esta razón, el acusado también quedó a disposición de la UFI N°9, especializada en delitos relacionados con estupefacientes.
