Conurbano: El peso de las facturas de servicios en el sueldo condena a las familias a la pobreza
Sebastian Sanguinetti
Lejos de recuperar el poder adquisitivo, las familias pierden poder de compra y se empobrecen cada día más.
Vivir en el Conurbano Bonaerense se hace cada día mas difícil. A pesar del optimismo del gobierno por el índice de inflación del 4 % del mes de julio, el impacto del aumento de los servicios en los ingresos, fue brutal y golpea de frente a los millones de usuarios que viven en los 24 municipios del AMBA.
Julián Rojo, economista del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), de UBA y Conicet, calculó que una familia tipo deberá destinar al menos entre $102.000 y $150.000 para pagar sus próximas facturas de los servicios públicos de energía, correspondientes al período junio-julio. Esos montos implican saltos de hasta 600% en el caso de los usuarios de menores ingresos respecto a lo que destinaban en el mismo bimestre del 2023 para abonar la luz y el gas. En muchos casos las tarifas son 7 veces superiores a las de un año atrás.
“El mayor consumo por el invierno aporta buena parte del aumento, porque la mayor quita de subsidios se aplicó en la primera parte del año. De todas formas, es importante destacar que desde junio los N2 y N3 tienen topes de consumo con subvención más bajos”, comentó Rojo.
Un 35 % del salario promedio es para pagar servicios
Según un informe elaborado por las consultoras Economía & Energía (Ecen), que dirige Nicolás Arceo, y PxQ, de Emmanuel Álvarez Agis y Cynthia Paz, los hogares del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA, que agrupa a la Ciudad de Buenos Aires y los partidos del Conurbano) destinan al pago de los servicios de luz y gas la proporción más alta de sus ingresos de los últimos 30 años.
Aunque el salario promedio según el Ripte es de 933 mil pesos, la realidad en el Conurbano es que la gran mayoría de los y las trabajadoras cobran menos del promedio. Si tomamos un salario de 700 mil pesos ( salario promedio para empleados de comercio) para pagar los servicios solo de luz y gas, habrá que destinar el 22 % del sueldo. Si sumamos internet, agua, cloacas e impuestos locales, ese promedio puede subir al 35 % del salario promedio en el Conurbano.
Destinar el 35 % del sueldo a pagar servicios, cuando ese porcentaje históricamente nunca ha sido mayor al 10 %, claramente es insostenible. La ecuación no solo es inviable para cualquier familia, (salvo un pequeño grupo de familias de clase alta), sino que rompe cualquier economía familiar. El último dato sobre la baja en el consumo masivo de bienes de primera necesidad y remedios, un retroceso récord en 20 años, explica en parte lo que está sucediendo en el aumento de las tarifas. Lejos de recuperar el poder adquisitivo, las familias pierden poder de compra y se empobrecen cada día más.
El humor social comienza a dar signos de enojo y hartazgo frente a un ajuste que no tiene fin. Tras estos largos 8 meses de ajustar y ajustar, el gobierno comienza a darse cuenta que el resultado no es el que esperaban. Hoy ese humor está en el peor lugar.