Copetin Fiat, la historia de un pequeño bodegón que causa sensación en Caseros

Copetin Fiat, la historia de un pequeño bodegón que causa sensación en Caseros
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En la localidad de Caseros y a tan solo unos metros de las grandes fábricas que se instalaron en la zona, se establece desde hace más de 60 años uno de los bodegones con más historia al interior del partido de Tres de Febrero. El copetín “Fiat” suele recibir día a día a miles de trabajador@s quienes buscan deleitarse con algunas de las especialidades que ofrecen allí. En los últimos años, su popularidad se expandió, a tal punto de que personas de diferentes partes del conurbano bonaerense deciden acercarse a la esquina de Wenceslao de Tata y Cervantes para atravesar la experiencia de comer en este lugar. Este local se volvió un emblema de la zona oeste.

Todo comenzó en 1965 a partir del sueño de la familia Papaianni de poder darle al público algunos platos elaborados como en casa. Antonio fue el primero en estar a cargo de este bodegón que ofrecía a l@s trabajador@s de la antigua Fiat opciones tales como sándwiches, milanesas, entre otras preparaciones al paso.

Con el paso del tiempo y la posterior incorporación de Gregorio, hijo de Antonio, el Copetín Fiat creció en función de las opciones que posee en la carta. Actualmente, además de los tradicionales platos entre panes, realizan carnes braseadas, tartas, pizzas y hasta productos poco comunes de pastelería.

En función de los horarios en los cuales se trabaja en las fábricas de la zona, el Copetin Fiat abre sus puertas a partir de las 8 de la mañana y brinda café junto a productos de panadería elaborados de manera artesanal. Entrados al mediodía y hasta las 15, se preparan para recibir una enorme cantidad de clientes que buscan degustar la calidad de las comidas del bodegón.

La llegada de la pandemia fue crucial para Copetín Fiat. Más allá de no haber podido recibir clientes en sus pequeñas instalaciones durante largos meses, a través de una pequeña ventana, Gregorio continúo con su negocio y le permitió atravesar estos tiempos tan complejos.

En una esquina de Caseros, emerge uno de los bodegones con más historia dentro del conurbano bonaerense. La perfecta combinación entre platos tradicionales y un toque gourmet lo hacen más que especial. Desde sándwiches de milanesas, hasta bondiola braseada o canelé con dulce de leche. Este restaurante no quiere quedarse en el pasado, sino que mira con mucho optimismo el futuro.

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