El Círculo de la Raza, la historia de un emblema en Morón
Santiago Menu
Antes de que las localidades de la zona oeste de la Provincia de Buenos Aires sean conocidas como verdaderas ciudades, muchas personas planificaron y ejecutaron acciones que generaron un sentido de pertenencia en buena parte de las oleadas inmigratorias provenientes de Europa. En este sentido, los clubes de barrio, los centros culturales y las organizaciones de la sociedad civil cumplieron un rol sumamente importante para nuclear a la incipiente población, transmitir ideas en común y generar valores compartidos. Más allá de que en el presente su funcionalidad sea otra, aún mantienen un fuerte lazo con la comunidad de origen y, en muchas instancias, cumplen roles que debería asumir el propio Estado. Hace pocas semanas, una sociedad de fomento cumplió 100 años de constantes servicios al municipio de Morón: el reconocido Círculo de la Raza. Es por esta razón que, desde Diario La Ciudad, aprovecharemos el aniversario para narrar algunos detalles de su rica historia, como así también las actividades que desarrolló con el paso de los años.
Esta organización sin fines de lucro nació en 1924 a partir de la idea de un grupo de amigos que se propusieron materializar este proyecto. Más allá de que existieron diversas sedes en las cuales sus fundadores se reunieron para darle vida a este espacio, siempre se mantuvieron sobre la calle Machado, en pleno centro del partido de Morón.
De acuerdo a algunas actas fundacionales, se cree que su fecha de apertura se dio el 14 de marzo de 1924. Diferentes historiadores de la zona manifiestan que el Círculo de la Raza se estableció como una de las instituciones más destacadas del partido en el siglo XX, no solamente a partir de la enorme cantidad de actividades deportivas y recreativas que tenían, sino también gracias al rol social que tenía en la comunidad. Miles de vecin@s consideraban que este espacio era un punto de conexión en el barrio.
Cabe destacar que, a la hora de formular el nombre de esta entidad, las personas que participaron de esta decisión tenían algunas alternativas en mente: “Centro de Comercio” o “Centro Recreativo Unión y Cultura”, aunque finalmente se adoptó por el “Círculo de la Raza”, denominación que continúa hasta el día de la fecha.
Una de las actividades más practicadas por aquel entonces en esta institución del conurbano bonaerense era la pelota paleta, a punto tal que en 1955 se inauguró una moderna cancha elaborada por baldosas. Asimismo, tiempo más tarde, sumaron disciplinas como bochas, tenis de mesa y baby futbol. No caben dudas de miles de niñ@s tuvieron la posibilidad de encontrarse con sus pares allí y desempeñar alguna actividad que marcó por completo su futuro.
Pese a ya haber cumplido 100 años, el Círculo de la Raza no planea detener su marcha. El paso de las generaciones y la llegada de la modernidad parecerían no ser un inconveniente para esta entidad que crece a pasos agigantados. Solo en el futuro conoceremos cuál será el destino de esta organización tan relevante en la zona oeste de la Provincia de Buenos Aires.