El “Cura Gaucho”, la historia de uno de los sacerdotes más comprometidos de Moreno
Las iglesias son una de las instituciones más antiguas y tradicionales de las que siguen en vigencia al interior de las sociedades contemporáneas. En este contexto social y económico, estos espacios de fe tienen un rol aún más importante a la hora de contener a las personas que se encuentran en situaciones dramáticas. Pese al paso del tiempo, los curas siempre ocuparon un lugar central en las comunidades y en el municipio de Moreno hay uno de ellos que será recordado hasta la eternidad: el “cura gaucho”. Este hombre nacido en Italia, aunque radicado en el conurbano bonaerense, aportó su granito de arena en la expansión de la localidad, por lo que desde Diario La Ciudad recordaremos parte de lo que fue su historia vinculada al culto.
El padre Luis Varvello, más conocido como el “cura gaucho”, nació el 7 de septiembre de 1915 en Gerone, Italia. Ni bien pisó suelo argento, adoptó la ciudadanía y realizó su primer trabajo en un sacerdocio en Capital Federal, más precisamente en el barrio de Colegiales. Tras el golpe de estado de 1955 que derrocó al gobierno de Juan Domingo Perón y producto de sus opiniones políticas y sociales, fue trasladado a lo que por entonces era la capilla de Inmaculada Concepción. Allí, inició una labor ligada íntimamente con el desarrollo con la comunidad.
De acuerdo a algunos relatos de la época, cortaba leña, criaba gallinas y patos, y recorría las calles de la incipiente localidad de Moreno junto a much@s jóvenes con el claro objetivo de invertir el dinero recaudado en la mejora de la parroquia. Asimismo, realizaba pedidos de maquinaria a las autoridades municipales y se encargaba de diferentes arreglos urbanos en todo el barrio.
Uno de los sueños que tenía el “cura gaucho” era fundar una escuela. En 1963 y luego de obtener aportes de importantes artistas de la época, como así también de rifas y carnavales de la parroquia, inauguró el colegio Perpetuo Socorro, institución que actualmente mantiene sus puertas abiertas. Fue en este lugar que falleció el 10 de julio de 1975.
Hasta el día de la fecha, la comunidad de Moreno le guarda un lugar muy importante en la historia de la localidad, al colocarle su nombre a una de las calles de partido en Paso del Rey. Sin lugar a dudas, el trabajo realizado por este hombre fue fundamental en la posterior expansión del municipio, como así también en brindarle oportunidades a aquellas personas que más lo requerían.
