El fruto de hacer arte en el conurbano: Raúl Perrone recibió un reconocimiento a la trayectoria
María Josefina Severino
El cineasta ituzainguense Raúl Perrone recibió, el pasado jueves 25, un Reconocimiento a su Trayectoria y aporte a la Producción Artística del Conurbano Bonaerense.
La distinción tuvo lugar en el marco de las Primeras Jornadas Internacionales sobre la Producción Artística de los Conurbanos, realizadas este jueves 25 y viernes 26.
El evento es coorganizado por el Instituto de Artes del Espectáculo de la Universidad de Buenos Aires (UBA); el Departamento de Artes Audiovisuales de la Universidad Nacional de las Artes (UNA), la Universidad Nacional de Quilmes y la Universidad Nacional Arturo Jauretche; y pudo seguirse de forma online y gratuita con inscripción previa.
Durante el encuentro, tras recibir como premio un pequeño muñeco de sí mismo, Raúl Perrone se refirió al espacio que muestra a través de su cámara hace más de tres décadas. “El conurbano desde hace un año a esta parte, está siendo objeto de admiración y reconocimiento de un montón de gente nunca lo hizo”, expresó.
Sin embargo, frente a ese “boom” del espacio que está más acá de la General Paz, el cineasta remarcó: “El conurbano no existe hace un año y medio. El conurbano existe desde que tenemos vida, pero siempre fue un lugar estigmatizante”.
Fue a raíz de ese prejuicio y de la poca representatividad en el cine que Perrone decidió, en la década de los ’90, empezar a filmar en su ciudad: Ituzaingó. Así, dio lugar a su trilogía compuesta por Labios de churrasco (1994), Graciadió (1997) y Cinco pal’ peso (1998); y sentó un precedente para dar lugar a películas y demás expresiones artísticas en otras zonas del conurbano bonaerense.
En este sentido, el director de Sean Eternxs (2022) remarcó que “ahora el conurbano es una gran caldera explosiva de cultura. Pero bueno, es como todo, todo en algún momento llega, lo importante es estar cuando nadie llega”.
Un cine representativo
La producción artística del conurbano bonaerense no sólo empezó a mostrar en las pantallas otros lugares sino también personas. “Eso fue realmente importantísimo. Porque cuando pasamos Labios de churrasco en el Lorca era infernal la cantidad de pibes que venía de Laferrere, de La Matanza, haciendo el aguante. Era un cine que de alguna manera los representaba”, recordó Perrone.
Además, el cineasta remarcó que al filmar Sean Eternxs tuvo el mismo objetivo: “Volví otra vez a los pibes”. A su vez, opinó que “hay toda una cultura para hacerlos pelota que me da la impresión de que son pibes que buscan una salida, quieren buscar una salida”.
“Hay que darles una oportunidad, y yo trato de hacer eso con las películas, darles oportunidad a los pibes”, aseguró Perrone. En este sentido, remarcó que “hay un montón de lugares donde estos pibes son recibidos, donde se les hace el aguante, donde los contienen. Me parece que está muy piola”.
Foto de portada: cinefreaks.net