El Hipódromo de Hurlingham, la historia del lugar que alberga las carreras más particulares
Santiago Menu
En Combate de Pavón 1998, dentro de las instalaciones del Club Hípico San Jorge, funciona un espacio más que particular y que convoca a un sinfín de fanáticos de las carreras de caballos. El Hipódromo de Hurlingham Dr. Hernán Ayerza tiene la distinción de presentar competiciones especiales: l@s conductores estan conectados a sulkys, a diferencia de los torneos que se desarrollan en Palermo o San Isidro en las que el jockey monta al animal y lo hace galopar. Es por esta razón que vale la pena conocer algunos detalles interesantes de su historia y de cómo funciona esta competición tan extraña.
Más allá de que el Hípico San Jorge abrió sus puertas en 1890, el Hipódromo de Hurlingham comenzó con sus actividades en la década del 40. En un inicio, funcionó en Florencio Varela y luego detrás de Canal 7, en Capital Federal, aunque con el paso del tiempo encontraron su lugar en el mundo en la zona oeste de la provincia de Buenos Aires. Desde allí convocan a miles de fans.
Los domingos a partir de las 12 inician con sus actividades y se desarrollan alrededor de ocho carreras de manera continua. De acuerdo a algunos datos brindados por l@s organizadores, cerca de dos mil personas se ubican en las gradas, aunque en épocas pasadas llegaron a albergar a más de 8 mil espectador@s.
A su vez, l@s comeptidor@s realizan entre 5 mil y 7 mil metros a diario como entrenamiento para llegar en las mejores condiciones a los días de competencia. Los sulkys que se utilizan son traídos especialmente desde Estados Unidos o Francia y pesan alrededor de 14 kilos. En años anteriores, se construían en un taller que estaba ubicado en la zona de Ciudadela.
Cabe destacar que el piso que presenta el Hipódromo de Hurlingham requiere de un mantenimiento especial en función de las actividades que se desarrollan allí. Su tratamiento es constante en pos de soportar el peso que presentan los sulkys y cada cuatro meses se contrata una motoniveladora para apisonar y mantener los drenajes en los niveles adecuados.
Este espacio es uno de los 11 que funciona en la República Argentina para carreras en trote, aunque para much@s se establece como el lugar más relevante de todos. En la zona oeste de la provincia de Buenos Aires abundan los establecimientos con particularidades sorprendentes y el Hipódromo de Hurlingham es uno de ellos.