El Oeste despide a Nora Cortiñas en el Gorki Grana
Los restos de Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo fallecida ayer jueves a los 94 años, serán velados hoy viernes desde las 9 de la mañana en una Casa de la Memoria y la Vida, lugar donde funcionaba el Centro Clandestino de detención Mansión Seré.
El lugar elegido para darle el último adiós a una de las madres más reconocidas está ubicado en Santa María de Oro y Blas Parera, en Castelar. Según informó la Municipalidad de Morón. El velorio a partir de las 9 y hasta las 19.
Despediremos a nuestra querida Madre y vecina Nora Cortiñas en la Casa de la Memoria y la Vida - Predio Quinta Seré, en Santa María de Oro y Blas Parera, Castelar, partido de Morón. Mañana viernes 31 de mayo, entre las 9 y las 19. pic.twitter.com/KMC1UxZrhM
— Municipio de Morón (@MunicipioMoron) May 31, 2024
En la Mansión Seré, hoy Gorky Grana, fue precisamente donde estuvo cautivo su hijo Gustavo, detenido desaparecido durante la dictadura cívico militar y desde donde se presume fue asesinado.
El 15 de abril de 1977, Gustavo salió para el trabajo pero nunca llegó. Con el tiempo, se supo que se lo habían llevado de la estación Castelar para nuca saber mas de él. En el 2012, cuando ya llevaba 35 años buscando, volvió a presentar un hábeas corpus –como aquel que había firmado en mayo de 1977, redactado por un amigo de su hijo recién recibido de abogado. Fue a la audiencia y el juez le preguntó por qué lo hacía. La respuesta fue punzante. “Porque antes de morirme quiero saber qué pasó con Gustavo”.
El 17 de mayo, fue intervenida quirúrgicamente por una hernia en el Hospital de Morón y permaneció en terapia intensiva. Su salud se complicó. El cuerpo que la había sostenido tantos años en la búsqueda le jugó una mala pasada.
A las 18:41 del jueves, la familia de Nora comunicó su fallecimiento a través de un comunicado. “Profundamente preocupada en estos tiempos por la grave situación que atraviesa nuestro país y dispuesta siempre a estar presente allí donde hubiera una injusticia, Norita luchó hasta último momento por la construcción de una sociedad más justa. Nos queda el orgullo de haber compartido su vida, su impronta y su enseñanza que dejarán en su familia y en la sociedad una huella imborrable”.
