El soldado que lo ve todo: la historia de un particular monumento ubicado en Moreno
Santiago Menu
En el conurbano bonaerense abundan los lugares que sorprenden a l@s visitantes, ya sea por su historia o por el impacto visual que genera su presencia. En muchas ocasiones, representan una muestra clara de lo que significaron los años pasados en los barrios. En el municipio de Moreno, más precisamente en lo que se conocía anteriormente como la ruta 7, se deja ver la presencia de un monumento que parece controlar cada uno de los movimientos que se dan en la zona: el mítico soldado francés. Esta estatua le hace frente al paso del tiempo y desde hace más de 80 años vigila a cada un@ de l@s vecin@s de la zona. La historia de su instalación, los rumores en torno a esta figura y otros tantos detalles maravillosos valen la pena ser descifrados en este artículo.
En primer lugar, es importante mencionar que el monumento del soldado francés está colocado en una propiedad privada en la localidad de Moreno, a poco de llegar a La Reja. Miles de personas que suelen transitar este pasaje que conectaba antiguamente a buena parte de las localidades que componen la zona oeste de la provincia de Buenos Aires se sorprenden con su figura.
Con una postura completamente erguida y una mirada firme al frente, el monumento controla cada uno de los movimientos que se produce. A su vez, en este monumento se destaca una vestimenta típica utilizada por las tropas europeas y un mosquetón al costado de uno de sus brazos.
De acuerdo a algunos relatos que aparecieron en escena, la escultura nació como una publicidad. La empresa Legión Extrangera, una de las primeras en comercializar en el país hojas de afeitar, tomó la determinación de crearlo en 1939 como referencia para todas aquellas personas que transiten por el lugar.
Su colocación en el partido de Moreno no fue casual, ya que por aquel entonces la propiedad en la que actualmente permanece el soldado francés era utilizado por la compañía como un espacio de descanso y recreo para cada una de las personas que realizaban tareas laborales allí.
El soldado francés, como muchos otros espacios del conurbano bonaerense, es una leyenda viva para l@s vecin@s y genera un sinfín de mitos urbanos. Con la guardia en alta, mira atento cada uno de los pasos que se dan en el barrio y buscará mantener a la vista de tod@s recuerdos de un pasado cada vez más lejano.