Elecciones en Brasil: Lula revirtió la diferencia con Bolsonaro e irá a segunda vuelta con apoyo de las mujeres y disidencias
Melina Alderete
Con la participación del 79,1 por ciento del padrón, el pueblo de Brasil llevó a cabo las elecciones presidenciales que resultaron en un porcentaje del 48,31 % para Lula da Silva y un 43,30% para Jair Bolsonaro. De este modo, se decidirá la presidencia a través de una segunda vuelta, a realizarse el 30 de octubre.
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva nunca había ganado en primera vuelta en ninguno de sus mandatos: Ni en 2003 ni en 2006, cuando fue reelegido. En 1989 perdió en segunda vuelta ante Fernando Collor de Mello.
La jornada electoral en Brasil no tuvo episodios de violencia y en las calles se vivía un clima de esperanza y, a la vez, desorientación. Los primeros cómputos le daban ventaja de hasta siete puntos a Bolsonaro, pero la situación luego se revirtió tras el conteo oficial.
Haciendo historia
En esta jornada electoral, Brasil eligió a las primeras diputadas federales travestis y negras y, además, a las primeras diputadas federales indígenas en la historia del país.
Erika Hilton (San Pablo) y Robeyoncé Lima (Pernambuco) se convirtieron en las primeras diputadas trans, mientras que Sonia Guajajara (San Pablo) y Celia Xakriaba (Mina Gerais) marcaron un antes y un después al consolidarse como las primeras diputadas indígenas.
Todas las políticas forman parte del Partido Socialismo y Libertad que integró la alianza que apoyó la candidatura del PT para la presidencia. Además, fue electa la Bancada Feminista del PSOL (Lista 5000) en San Pablo, integrada por cinco mujeres negras.
También la dirigenta del Movimento Sem Terra (MST), Marina Do Santos, se convirtió en legisladora por Río de Janeiro, favoreciendo la lucha por derechos como la vivienda y el cuidado de los bienes comunes que llevan adelante otras mujeres y organizaciones.
Algo para destacar es que, en esta elección, hubo un récord de candidaturas de mujeres y personas del colectivo LGBT+ para cargos legislativos. Además, se volvió a reproducir la experiencia realizada en 2018 que permitió que San Pablo tenga su primera bancada feminista. Se trata de una representación colectiva impulsada por el PSOL que consiste en una banca formada por cinco mujeres.