Escritorxs del Conurbano: Hoy, Poshitsa
Melina Alderete
“Gran parte de mi poesía es literalmente peronista, porque es lo que me conmueve, mi forma de ver el mundo y construir, política e íntimamente”, enuncia Poshitsa, escritora lesbiana, peronista y conurbana de Morón.
La Ciudad charló con la autora de “Un amuleto bajo tierra” acerca de sus inicios en el mundo de la escritura, la relación del peronismo y su poesía, el ambiente literario conurbano y sus futuros proyectos.
¿Cómo empezaste a escribir?
Todo empezó al descubrir la poesía. Lo único que yo tenía de literatura era lo que me brindaban en la escuela. Y, un día, estaba en la plaza de Morón, sentada en el pasto, y encontré un papel. Lo abrí y era un poema de Oliverio Girondo. Ahí comprendí que había otro universo, que existía algo que yo creía que no existía.
Recordemos que, en ese entonces, no había internet de forma masiva ni nada de eso. Y no podía acceder tan libremente a cosas como aquel poema. Pero me iba todos los días a la Biblioteca de Morón y, como al libro no lo prestaban, copiaba los poemas en un cuaderno, que todavía lo tengo.
A partir de ese descubrimiento empecé a escribir de forma consciente, más o menos a los quince años.
Después, entre los dieciséis y los dieciocho, hice varios fanzines, unos poemarios formato tríptico que hacía con collages y fotos intervenidas propias, y los vendía en distintos círculos culturales de la zona, como recitales, plazas, festivales y demás lugares donde se movía la poesía y la música.
También era mucho el “boca en boca”, el contacto con otras personas que hacían fanzines como yo. Y así empecé.
¿A quiénes considerás tus “referentes” en la poesía?
Tengo miles de poetas que admiro profundamente. Mi selección de poetas maravillosas la tengo en mi altar de la poesía: Olga Orozco, Alejandra Pizarnik, Idea Villariño, Juana Bignozzi y muchas más. Siento que tengo como una especie de influencia de ellas y de otras poetas, muchas de ahora, como Gabriela Borelli, quien es mi maestra. Yo hago clínica con ella y es con quien aprendo y trabajo mi poesía
También admiro y amo a muchas poetas amigas que son referentes para mí.
¿Cómo ves el ambiente literario conurbano?
Siento que somos un montón. Se están empezando a generar otras redes y otros caminos que, quizás en otro momento, eran más complejos de gestionar.
Hay más ciclos en el conurbano y hay un ida y vuelta entre lxs poetas de acá y lxs de Capital.
Veo que, la poesía conurbana, ganó terreno en el último tiempo, y eso es algo que está buenísimo.
¿Y qué pasa con ese ambiente para las mujeres y disidencias que escriben?
Yo sé que hay circuitos en los que, las mujeres y disidencias, no circulamos. Pero, particularmente, tampoco tengo interés de circular en esos ámbitos literarios. No me interesa pertenecer y participar allí. Porque hay muchísimos otros espacios que creamos entre nosotres, mujeres, disidencias, y es ahí donde decimos “presente” y ocupamos un lugar.
¿Cómo es el vínculo, en tu poesía, entre el lesbianismo, el peronismo y el conurbano?
Para mí, siempre es muy fundamental mi identidad, en todo lo que hago. No puedo separar el hecho de ser una poeta lesbiana, peronista y del conurbano.
Gran parte de mi poesía es literalmente peronista, porque es lo que me conmueve, mi forma de ver el mundo y construir, política e íntimamente. Me interesa dar mi visión de las cosas desde este lugar, mi lugar, donde habito y soy.
Haga lo que esté haciendo, soy lesbiana, peronista y conurbana. Si yo, algún día, me mudo a Capital, no por eso voy a dejar de ser conurbana y todo lo demás. Si un día mis poemas no están hablando, estrictamente, del ser lesbiana, la voz que los enuncia es la mía, y es la voz de una lesbiana. Y eso para mí es lo que me constituye.
También, me parece importante visibilizar. Las mujeres peronistas han hecho obras increíbles e importantísimas en la literatura. Y, precisamente por ser peronistas, muchas veces no han llegado a ser tan reconocidas como otras autoras. Y creo que es importante recuperar y traer esas voces.
De tu propio trabajo, ¿cuáles son tus escritos favoritos? ¿Y tus próximos proyectos?
La verdad, me gustan un poco todos, aunque no quede muy bien que lo diga yo misma. Pero le tengo mucho cariño a las cosas que hago.
Mi último trabajo fue mi primer libro, “Un amuleto bajo tierra”, que salió el año pasado por Elemento Disruptivo, una editorial de poesía muy hermosa.
También estoy trabajando en “Poemas de amor para muchachas peronistas”, que va a salir por la Editorial Patronus. Y estoy escribiendo un montón de otras cosas, que no tienen un destino todavía.
Muchas tienen que ver con lo místico, el tarot, que es un universo que me interesa mucho. Otras, tienen que ver más con lo erótico, la poesía en sí misma, el lenguaje en sí.
Además, estoy pensando en ciclos a futuro para hacer este año.
¿Qué consejo le darías a unx escritorx del conurbano?
Que escriba por placer, porque tiene ganas. Que se anime a publicarlo, que trabaje con otrxs. A veces, no nos damos cuenta, pero los espacios de taller o clínica de escritura están buenísimos para poder trabajar en grupos.
Porque, pareciera que el trabajo del poeta es algo muy solitario pero, en realidad, no. Se hace con otrxs y es hermoso escribir así, charlando, leyendo.
En mi caso, mi mayor disparador es leer un poema que me encanta. Me dan ganas de escribir, hay algo adentro que se me despierta. Recomiendo mucho leer y escuchar a otrxs.